Una de cada cinco motos supera los niveles de ruido legales, una cantidad mayor a la de cualquier otro tipo de vehículos que circulan por la capital. El límite no es una cifra precisa de decibelios, sino que cada uno tiene el suyo en la ficha técnica.
Desde enero hasta junio, casi 400 vehículos de todo tipo han pasado por el centro municipal de acústica para comprobar gratis su ruido.
La gran mayoría han sido coches normales y corrientes. De los 258 turismos que han puesto a prueba sus ruidos, sólo tres han suspendido, lo que supone un 1%. De los 19 todoterrenos analizados, todos estaban limpios, al igual que las 12 furgonetas.
En el extremo más ruidoso se encuentran las motos y los ciclomotores (menos de 49 centímetros cúbicos). De estos, casi uno de cada diez suspenden. Aunque no parecen demasiados, los que se pasan lo hacen por un gran número de decibelios.
Multas, en septiembre
Perseguir estas motos más pequeñas fue la razón principal de la construcción del centro de acústica hace cinco años. A partir de septiembre será cuando la Policía Municipal pueda empezar a multar a quien supere los límites en el centro de acústica. Hasta entonces, los que no quieran arriesgarse a pagar noventa euros (más 35 euros que costará la prueba) pueden pasar gratis el examen y hacer los ajustes para silenciarla.
A un paso de la homologación
Después de tres años cerrado y sin rumbo, el centro municipal de acústica del camino Viejo de Simancas empieza a encontrar su sitio en Valladolid. En septiembre está previsto que pase la auditoría externa, el último requisito para lograr la homologación definitiva. Iba a haber sido antes, pero por problemas de fechas ha tenido que retrasarse hasta después del verano.
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