Rápida limpieza

Desde primera hora de la mañana, un grupo de 23 operarios de limpieza se afanó en dejar la playa como una patena. La tarea les llevó hasta las 14 horas y llenaron ocho camiones de basura.

De este modo, los que quisieron ir por la tarde a tomar el sol pudieron hacerlo sin más problemas que los meramente meteorológicos.

La celebración salió según el guión previsto. Los grupos de música hicieron las delicias de los asistentes, no se produjeron incidentes importantes y los más atrevidos saltaron la hoguera.

Cruz Roja atendió a heridos, sobre todo de quemaduras, rozaduras y alguna intoxicación etílica. «Lo normal en estas fiestas», explicaron desde la organización. Siete personas fueron trasladadas a hospitales, pero nada grave.

La polémica de la tasa

La celebración oficial (del Ayuntamiento) y la alternativa (Asamblea antifascista) se desarrollaron en paralelo y sin ningún problema, excepto que los colectivos que colocaron las barras no pagaron la tasa de 500 euros por ocupación pública que les había pedido el Ayuntamiento. La Policía Municipal levantó acta del hecho, pero dejó seguir la celebración.