Si tiene pensado alquilar un piso, estas fechas son un buen momento para salir a buscar uno. Durante las semanas

previas a las vacaciones de verano, cada día salen al mercado en Zaragoza decenas de nuevas ofertas de viviendas de alquiler, la mayoría de ellas, de pisos ocupados por

universitarios que terminan el curso y vuelven a sus lugares de origen, o de casas que se ofrecen para el próximo curso.

El

servicio de alojamientos de la

Universidad de Zaragoza , que se encarga de publicar anuncios de viviendas para estudiantes, ha duplicado su trabajo en las últimas dos semanas. En sólo diez días han publicado más de

70 nuevas ofertas de pisos de alquiler. Algo similar sucede con el tablón de anuncios del

Cipaj , que ya registra una media de veinte ofertas nuevas de particulares cada día.

En la mayoría de los casos se trata de

pisos de tres o cuatro habitaciones que incluyen un mobiliario básico (camas, electrodomésticos, televisión, sillas, mesas y armarios). Los precios oscilan entre los

700 y los 800 euros al mes y los más solicitados están en el

distrito Universidad, en las cercanías del campus de San Francisco.

En estas fechas también se ofertan

habitaciones para compartir con precios que rondan los

200 euros al mes más gastos. Los inquilinos suelen ser estudiantes universitarios que prefieren pagar los meses de julio y agosto (aunque no los disfruten) antes que buscar piso a la vuelta de vacaciones en septiembre, lo que suele conllevar mayores complicaciones.

Que el piso tenga Internet, a ser posible con

Wi-Fi, que se permita o no

fumar o la

cercanía al centro de estudio o trabajo son algunas de las principales cuestiones que se plantean los inquilinos a la hora de buscar un piso o una habitación de alquiler.

Además de la zona de Universidad, las ofertas de pisos se distribuyen en su mayoría por Delicias, la zona Centro (Gran Vía o Sagasta) y algunos también en la Margen Izquierda (Actur o La Jota). Aunque muchos van dirigidos a estudiantes, pueden acceder a ellos

cualquier tipo de inquilinos.

En algunos casos, el alquiler no se cobra sólo en dinero. Entre los cientos de anuncios que hay en el Cipaj, algunos ofrecen

altenativas. En uno de ellos, un matrimonio ofrece una habitación a cambio de que el inquilino se encargue del cuidado de su hijo. En Zaragoza funciona también una iniciativa para compartir pisos con mayores que viven solos.