El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha vinculado este martes "el repunte" registrado en la violencia filoparental a un "modelo de educación permisiva y no limitativa" con "ausencia de valores" y al modelo económico "venido a menos" que ha derivado en un "cambio" en el perfil de menor agresor de sus padres "que ya no viene solo de familias desestructuradas sino de familias de clase media".

No obstante, ha matizado que la situación "no es alarmante" si bien "hay algunas disfunciones" y ha considerado que "todavía es dominable" en atención a los resultados de las medidas que se están implementando para apostar, a continuación, por "trabajar con los padres para recuperar a ese niño perdido con procesos educativos cerca de la tribu, lograr que no sea un espectáculo y sacar a la luz el debate, porque el silencio mata".

"Hay que sacar a luz pública el fenómeno de la violencia filoparental, igual que se ha hecho con la violencia de género o el acoso escolar, para así poder tener más datos, asignar más medios y recursos y establecer las medidas necesarias para corregir una fenómeno que ha generado la sociedad, que genera violencia en los comportamientos".

En este sentido, ha señalado que resulta "paradójico que la sociedad que genera este tipo de conductas, sumado a otros condicionantes, después quiera solucionar las cosas aplicando al menor las mismas medidas punitivas que a una persona adulta" y ha reclamado mayor celeridad en la resolución de los procesos judiciales. "Hoy día se judicializa todo, las citas se hacen ya para 2018 ó 2019. Si la justicia no se hace a tiempo, ya no existe", ha aseverado.

"Esa educación tolerante está generando una respuesta muy agresiva con los padres. El menor, que tiene un rol muy mercantilizado, muy marcado por el consumo no aguanta un cambio en la situación económica. El niño se ceba con la madre, a quien ve más débil y comprensiva", ha detallado Maeztu, quien ha abogado por la "prevención" para que esas conductas en el tiempo no finalicen en denuncia y por la "reeducación para la reinserción" frente al enfoque punitivo y represivo". "No hay dolor más grande que denunciar a quien tú has parido", ha asegurado en alusión al testimonio que recibió de una madre.

En este sentido, ha apuntado a dos causas más al margen de la "falta de control" que subyacen a la violencia filoparental y que pasan por una "adicción a drogas que hacen que necesiten dinero y roben en casa" y por "pequeños trastornos de conducta que no se detectan y tratan a tiempo, por lo que terminan en una patología".

Maeztu ha indicado que el "repunte" se concentra especialmente en las niñas, y ha insistido en el cambio de perfil a menores de clase media, con una educación "permisiva, que no pone límites", y en un "modelo económico venido a menos". "Cómo no les guste el regalo que les ha hecho, te lo tiran a la cara y si no tienen un smartphone último modelo, no son felices", ha dicho.

Ha destacado, por otro lado, los resultados que en los 15 centros de internamiento de menores en Andalucía están dando las "terapias padres e hijos con profesionales preparados" y ha destacado la relevancia de hacerlo en el entorno de "la tribu". "Creo que se puede estar orgullosos con respecto a este tema ya que los recursos que se están poniendo hoy, hacen que esto todavía sea dominable".

El Defensor del Pueblo Andaluz ha llamado, asimismo, a reflexionar y preguntarse qué "enfoque" se le quiere dar al tratamiento de la delincuencia, "máxime cuando surgen asuntos que hacen que enseguida nos cuestionemos qué hace la Ley de Responsabilidad del Menor" en alusión a la muerte a manos presuntamente de un menor de 14 de una empleada de la limpieza en un centro comercial de Sevilla o la detención de otro menor acusado de al menos dos violaciones en el aparcamiento de un hospital de la capital hispalense.

"Yo creo que esa tendencia a la represión responde a una sociedad que quiere protegerse de la violencia generada por la propia sociedad y creo que alguien tiene que poner equilibrio suficiente para analizar la situación porque por la judicialización en un Código Penal muy punitivo no se consigue la reinserción y la reeducación. El chico no se va a parar y hay que usar otros métodos", ha asegurado.