Moragues aboga por una Delegación de Gobierno "transparente", "que no construya trincheras" y abre la puerta al consenso

Juan Carlos Moragues, quien ocupó el cargo de conseller de Hacienda con el gobierno de Alberto Fabra (PP), ha abogado en su nuevo cargo como delegado del Gobierno en la Comunitat por crear una institución "transparente", que "no construya trincheras", al tiempo que ha abierto la puerta al consenso y a la unión de esfuerzos "para alcanzar retos comunes".
Moragues (centro) y Puig y Margallo (al fondo)
Moragues (centro) y Puig y Margallo (al fondo)
DELEGACIÓN DE GOBIERNO
Moragues (centro) y Puig y Margallo (al fondo)

Juan Carlos Moragues, quien ocupó el cargo de conseller de Hacienda con el gobierno de Alberto Fabra (PP), ha abogado en su nuevo cargo como delegado del Gobierno en la Comunitat por crear una institución "transparente", que "no construya trincheras", al tiempo que ha abierto la puerta al consenso y a la unión de esfuerzos "para alcanzar retos comunes".

Moragues se ha pronunciado así en su discurso en el acto de toma de posesión de su nuevo cargo, en un acto en el que ha estado acompañado por numerosas autoridades, entre ellas, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. También ha estado arropado por su mujer y sus dos hijos pequeños.

En su intervención, Moragues, quien ha tenido palabras de agradecimiento para sus compañeros y amigos del anterior Consell "con Alberto Fabra a la cabeza", ha afirmado que como delegado su aspiración es "conseguir un clima de máxima confianza y lealtad institucional".

Así, aboga por una relación entre administraciones fundamentada en el "diálogo y la colaboración" y "siempre" encaminada a lograr la "máxima eficiencia en beneficio de la sociedad".

"Quiero una Delegación de Gobierno moderna, adaptada a los nuevos tiempos, que construya puentes y no trincheras", ha afirmado para agregar: "Quiero una Delegación útil, profesional, cercana, abierta y transparente que escuche a la sociedad".

También pretende trabajar en una Delegación "humilde, sensible y al servicio de las personas, que se preocupe por el bienestar de los ciudadanos y persiga la mejora constante de los servicios públicos y la calidad de vida".

En esta línea, ha aseverado que le gustaría que, dentro de esta nueva etapa que "se define por el cambio" —el gobierno de la Generalitat ha pasado a Ximo Puig (PSPV)—, el espíritu de trabajo conjunto entre administraciones que hasta ahora se ha respirado "se mantuviera imperturbable". "Quiero, desde ya, abrir la puerta al consenso y a la unión de esfuerzos para alcanzar retos comunes", ha sentenciado.

Para finalizar su discurso, ha pronunciado unas frases en valenciano para afirmar que quiere ser la voz de la Comunitat dentro del Gobierno de España, y ha subrayado que como valenciano "nunca" será desleal "al proyecto común que es España".

"LEALTAD"

Por su parte, Margallo ha apelado también a la "lealtad institucional" y ha dicho que "no se trata de que pensemos todos lo mismo, sino de que caminemos en la misma dirección". Ha apostado por trabajar y aprovechar el nuevo "buen clima" y situación económica para atender las necesidades de las personas "tengamos el color político que tengamos".

Por último, Ximo Puig ha afirmado que las relaciones "deben ser de respeto, de lealtad y de una obsesión permanente por mejorar la vida de los valencianos". "El camino está trazado", ha apostillado.

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