El Gobierno japonés ha decidido crear un plan de acción para disminuir el número alarmante de suicidios que sufre el país nipón cada año.

El país asiático es la nación desarrollada, tras Rusia, que tiene el dudoso honor de liderar las cotas más altas de suicidios (unas 25 personas por cada 100.000), triplicando los números de España.En 2006 se quitaron la vida 32.155 japoneses y la cifra

Plan de combate

Para reducirlo, el Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, tiene decidido reducir en un 20% el macabro número en los próximos 10 años.

La muerte del ministro de Agricultura, Toshikatsu Matsuoka, que se quitó la vida en su apartamento de Tokio en mayo pasado tras ser implicado en varios casos de corrupción, ha ayudado a incrementar la preocupación por las alarmantes estadísticas.

Por las notas

Pero esta preocupación llega a todos los ámbitos sociales. Solamente el año pasado, 886 estudiantes se quitaron la vida. De éstos, casi un centenar se despidieron con notas en las que citaban el acoso escolar o las malas notas como razones principales para iniciar su "último viaje".

Presiones familiares

Uno de los principales problemas, según los expertos, es la obsesión de las familias porque sus retoños alcancen el triunfo profesional y la gloria académica; tradición arraigada en la cultura japonesa desde hace décadas. En esta tradición, se considera normal el suicidio como forma de evitar lo que se considera una vida indigna, ya que no existen impedimentos religiosos que lo critiquen.

Pese a los repetidos esfuerzos por reformar la educación, muchas familias japonesas siguen imponiendo a sus hijos largas horas de estudio, que incluyen la asistencia a escuelas de repaso por las tardes y los fines de semana, para asegurarse buenas notas en los exámenes de ingreso a escuelas o universidades de prestigio.

Algunos sociólogos culpan del aumento del suicidio de lo jóvenes a los videojuegos por la sensación errónea que ofrecen de la vida real.

Más mayores que jóvenes

Pero aunque los jóvenes son los que se llevan el triste protagonismo por la enorme presión social que sufren, el mayor número de suicidios por grupos de edad y sexo sigue correspondiendo a los varones de 60 años.

Dos tercios de los suicidas son varones y la mitad de ellos son parados o jubilados.

En cuanto a los motivos para quitarse la vida, 4.000 de los 10.000 que dejaron notas de suicidio citaron problemas de salud, mientras que unos 3.000 mencionaron dificultades económicas.

'Harakiri' en grupo

Para algunos, Internet se convertirá en centro de lucha, ya que en cientos de páginas se hace apología del suicidio y se dan instrucciones sobre cómo efectuarlo, multiplicándose en los últimos años los casos de suicidios en grupo, en general mediante la inhalación de gases en el interior de vehículos, después de conocerse a través de la red.