Además de los que pagan el mínimo, hay otro 10,4% de jóvenes que cotizan con una base reducida y sólo el 10,6% de los autónomos pagan más del mínimo exigible.

El número de trabajadores por cuenta propia continúa aumentando y, en los primeros seis meses de este año se ha incrementado en 608 personas.

Las mujeres representan el 30,8% y sólo hay un 2% de menores de 25 años, casi tantos como extranjeros. Después de los servicios, la construcción es el sector con más asociados.

Sólo un 4,6% de los autónomos tienen varias actividades paralelas y el 38,5% cuenta con asalariados a su cargo; el resto, trabaja solo.

El perfil

Javier Heras, 35 años. Comercio minorista.

Cumple el perfil del autónomo vallisoletano: «Esto te da independencia, estás a caballo entre ser empresario y trabajador. Depende de la actividad y de cómo te vaya el negocio, pero haces cuentas de ingresos y también haces planes de jubilación aparte, si quieres, pensando en el futuro».

5 preguntas a...

Soraya Mayo. Presidenta de Ata castilla y León.

1¿Qué diferencia hay entre un autónomo y un empresario?

Influye mucho el sector. Hay autónomos con muchos asalariados a su cargo. La diferencia es que los empresarios son gestores y los autónomos, además, se ponen el mono.

2¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes?

Tú te organizas, desarrollas la idea o tu sueño, haces lo que quieres y como quieres. El inconveniente es que te puedes estrellar y lo que arriesgas es tu capital, y se trabajan muchas horas.

3¿Faltan mujeres emprendedoras?

No; de hecho, entre los nuevos autónomos hay más mujeres. Lo que pasa es que la incorporación ha sido tardía.

4¿A qué se debe la escasez de jóvenes?

A que cada día se acaba más tarde de estudiar y se suelen trabajar unos cinco años por cuenta ajena para ganar experiencia.

5¿Por qué consideran un error cotizar por la base mínima?

Hay 87 bases diferentes en las que se paga más o menos a la Seguridad Social. Se ve como un gasto, pero cuando llegan la jubilación o los problemas, se cobra en función a lo que se cotizó y es cuando se echa uno las manos a la cabeza.