El jurado popular declara culpable por unanimidad al autor confeso del crimen del Rastro de León

Fiscalía y defensa pactan nueve años de prisión por un delito de homicidio
Juicio por el crimen del Rastro de León
Juicio por el crimen del Rastro de León
EUROPA PRESS
Juicio por el crimen del Rastro de León

El jurado popular ha declarado culpable por unanimidad de un delito de homicidio a J.L.B.F, autor confeso del conocido como crimen del Rastro, por acabar a navajazos con la vida de J.A.J.J., de 26 años, el 30 de junio de 2013 durante el rastro dominical que se celebra en León, ubicado en la avenida Papalaguinda.

Previamente a la decisión del jurado, la Fiscalía y la defensa han llegado a un acuerdo de conformidad en el que se ha considerado que los hechos constituyen un delito de homicidio con un eximente incompleto de legítima defensa y han solicitado una pena de nueve años de prisión y una indemnización de 25.000 euros a cada una de las tres hermanas del fallecido, así como el pago de los gastos del sepelio.

El propio condenado ha admitido los hechos y se ha mostrado conforme con el relato del crimen, así como con la pena que le han solicitado ambas partes, pero no ha hecho más declaraciones ante el juez.

Según las calificaciones provisionales, que han sido aceptadas por Fiscalía y defensa durante la vista oral celebrada este jueves en la Audiencia Provincial de León, los hechos se remontan al 30 de junio de 2015 cuando el homicida, J.L.B.F, acudió al rastro de León en compañía de un amigo.

"te voy a matar"

En ese momento vio a la víctima, con la que tenía una mala relación previa, y le espetó "mamón, te voy a matar", y posteriormente, ambos se enzarzaron en una pelea.

En el transcurso de la pelea, el condenado fue herido en el antebrazo izquierdo y sacó una navaja que le clavó a la víctima, primero en la frente y, después en el costado izquierdo provocándole "una herida penetrante en el tórax y ventrículo izquierdo que le ocasionó una rotura cardiaca y, en consecuencia, el fallecimiento inmediato".

Tras la agresión, J.L.B.F huyó del lugar y se refugió en el piso de su madre, donde fue detenido por la Policía.

Durante los ocho meses anteriores a la agresión, el condenado había consumido cocaína y cannabis y estaba incluido en un tratamiento contra el consumo de droga por sufrir adición desde 1999, pero esto no ha afectado a su imputabilidad en los hechos.

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