«Deténganlos, me han robado». Los gritos desesperados de una mujer rompieron ayer el quehacer diario de Plaza Nueva. Dos menores, un chico y una chica, huían del lugar a la carrera mientras la señora era incapaz de alcanzarlos. Un policía secreta, un escolta del alcalde y varios transeúntes se incorporaron entonces a la persecución. En la esquina de Méndez Núñez con Bilbao eran detenidos. Una tercera joven, la que había sustraído el dinero, caía poco después en manos de los agentes.Los tres menores forman parte de una red delictiva que se dedica a robar dinero cuando alguien está sacando dinero de un cajero. Con unos papeles en la mano, se hacen pasar por sordomudos que recogen firmas para así acercarse a sus posibles víctimas sin despertar sospechas.