En Valdespartera ya viven más de

300 vecinos, en poco menos de seis meses habrá más de 2.000 y, sin embargo, la comunicación entre el nuevo barrio y la ciudad sigue siendo precaria y los nuevos propietarios se dejan sus ahorros en gasolina y en taxis.

En la actualidad sólo

una línea de autobús (la recién estrenada lanzadera C3) conecta el nuevo barrio con el centro de la ciudad y lo hace con una frecuencia de paso que ronda los

40 minutos.

El Ayuntamiento asegura que el servicio de autobuses que se ofrece es proporcional a la demanda actual y que la flota

se ampliará cuando aumente el número de habitantes en Valdespartera. Por ahora, los vecinos se ven obligados a utilizar el

coche privado para desplazarse, con el consiguiente gasto en combustible y mantenimiento que conlleva.

Otra opción es recurrir a los

taxis, que suponen un desembolso aún mayor . Los taxistas mantienen la tarifa normal (0,63 €/km) hasta la rotonda de Manuel Alvar o hasta la gasolinera de la carretera de Valencia, fuera de los límites del barrio, y más allá aumentan el precio del viaje a 1,25 €/km (el doble).

«Tenemos que cobrar

la ida y la vuelta a Valdespartera porque si no, perdemos dinero. Hay que tener en cuenta que en el camino es imposible coger a ningún cliente», comenta Luis Miguel de Torres, presidente de la Asociación de Radiotaxis. distribuidas en dos parcelas: la 21 (48 pisos) y la 52 (162 pisos). La entrega ha tenido lugar en tres promociones diferentes. Se comenzaron entregando, el 23 de febrero de 2003, las de la parcela 21. Les siguieron los pisos del bloque norte de la parcela 52, el 25 de mayo, y los del bloque sur, el 13 de junio. La próxima parcela que se entregará será la 49. Los nuevos propietarios disponen de seis meses para instalarse en su nuevo barrio.