El consejero de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Felipe López, ha reivindicado un "esfuerzo compartido de todas las administraciones" para dar una respuesta adecuada a los desahucios, un asunto en el que "a veces hay quien pretende hacer demagogia" y "una política de gestos que no conduce a nada".

Así se ha pronunciado este miércoles en Jaén a preguntas de los periodistas sobre las principales líneas de acción de su departamento y que, según ha precisado, expondrá en los próximos días en una comparecencia en el Parlamento autonómico.

Se ha detenido, eso sí, sobre los desahucios, una cuestión destacada en el primer Consejo de Gobierno del nuevo Ejecutivo de Susana Díaz con la aprobación del inicio de la tramitación del anteproyecto de Ley de retracto en desahucios de viviendas, que permitirá a la Junta ejercer el derecho de retracto en los procesos de ejecución hipotecaria realizados en viviendas libres por parte de entidades financieras.

Tras señalar que son "una de las secuelas más dolorosas para miles de familias" en la comunidad y España, ha afirmado que "esa situación de drama personal" —que no supone sólo "perder las tres o cuatro habitaciones" de un inmueble, "sino a veces perder la dignidad de una familia"— "exige un esfuerzo compartido de todas las administraciones"

"A las familias afectadas por este drama no les podemos explicar que una administración es competente para una cosa, otra para otra y que ellos están en medio en un pim pam pum. Tiene que haber una concurrencia de fuerzas", ha defendido López.

En este sentido, ha aludido al Gobierno de la nación, que posee "la máxima responsabilidad en la planificación económica del Estado y, por tanto, de él depende el sistema financiero"; "por supuesto, la Junta, que tiene competencias en vivienda" y también los ayuntamientos que también la tienen en esta materia "y fudnamentalmente en materia social".

Para el consejero, esa cooperación ha de permitir "avanzar en dar una solución" más allá de que hay "quien a veces pretende havcer demagogia, hacer una política de gestos que no conducen a nada". "Lo que queremos es dar pasos serios, sólidos, sabiendo que no tenemos en las manos una vara mágica para resolver todos los problemas, pero sí un horizonte claro", ha concluido