Jeffrey Archer: "Soy un contador de historias, no un escritor"

  • La obra de este escritor inglés ha sido publicada en 132 países y traducida a 44 idiomas con un total de 270 millones de ejemplares vendidos.
  • Especialista en novela histórica, en 2011 Archer comenzó una saga familiar, las crónicas de los Clifton, cuyo último libro ha sido número uno en 21 países.
  • El primer libro de la saga, Solo el tiempo lo dirá, llega ahora a España con la incógnita de si será tan bien acogido.

Jeffrey Archer reparte su vida entre Londres y Mallorca, donde podría pasar por un turista septuagenario más, aunque hace ya 30 años que disfruta largas temporadas en la isla. No es su único secreto. El escritor británico, que publica ahora en España Solo el tiempo lo dirá (Planeta), atesora una biografía que parece sacada de alguno de sus bestsellers.

Antiguo dirigente del partido conservador británico, miembro del Parlamento a los 29 años, delfín y amigo de Margaret Thatcher, una bancarrota sufrida cuando tenía 34 años fue lo que le empujó a escribir su primera novela, convertida en superventas en cuestión de meses. Nombrado lord en 1992, acababa de ser proclamado candidato conservador a la alcaldía de Londres (1999) cuando tuvo que dimitir, acusado de perjurio y obstrucción a la justicia. Fue condenado a cuatro años de prisión, de los que cumplió dos entre rejas.

Especialista en novela histórica, en 2011 Archer comenzó una saga familiar, las crónicas de los Clifton, una combinación de narración histórica, drama e intriga de la que está escribiendo el sexto volumen y aún quedará otro.

El primer libro llega a España con la incertidumbre de si será tan bien acogido como en otros lugares del planeta: "Nunca puedes saberlo. El último libro de los Clifton ha sido número uno en India durante 14 semanas y en total ha sido número uno en 21 países, pero eso no significa que vaya a gustarle a todo el mundo, así que rezo para que a los españoles lo reciban igual", asegura.

Sus últimos 23 libros han sido bestsellers. ¿Cuál es el secreto de su éxito?: "Me considero un contador de historias, no un escritor. Eso es lo que dice la crítica y creo que se aprecia al final de Solo el tiempo lo dirá porque dejo un final en suspenso, como hago en todos los libros, con la esperanza de que quieran seguir leyendo el siguiente libro".

"Solo quiero que me lean"

A lo largo de su prolífica trayectoria, ha publicado en 132 países y ha sido traducido a 44 idiomas, pero nada sacia su "necesidad de ser leído". "Solo quiero que me lean", admite después de haber vendido 270 millones de libros.

"Creo que soy una persona inquieta, incansable. Soy ambicioso en ese sentido y no hay nada que pueda hacer al respecto. Ojalá pudiera. Debí parar después de Caín y Abel (1979), no necesitaba seguir escribiendo, pero tengo este afán", confiesa.

Ante esa voracidad narrativa es inevitable pensar si tiene su origen en los años que pasó en prisión y en su voluntad de recuperar el tiempo perdido, pero Archer no borraría ningún episodio vivido: "Solo los tontos quieren borrar algo de sus vidas. Todo es experiencia, lo que algunas veces es una ventaja cuando eres un escritor. Si te pasas la vida mirando hacia atrás, tendrás lástima de ti mismo. ¡Sigue adelante! Aunque dudo que exista alguien a quien no le gustaría cambiar algo...", concede.

Aprovecha su experiencia para narrar "en gran medida". "De hecho ha sido una gran ventaja, sin duda. Siempre que hablo con jóvenes que me dicen que quieren escribir pero que se dedican a otra cosa, como ser peluqueros, por ejemplo, y les digo 'escribe sobre eso', porque cuando la gente lo lea, sabrán de qué estás hablando. No escribas jamás sobre algo de lo que no tienes ni idea porque los lectores lo sabrán. Y que no te afecte lo que tú creas que es popular: no escribas Cincuenta sombras de Grey porque creas que eso es lo que hay que hacer".

No le ofende que la crítica no lo valore por la calidad de su escritura, aunque recientemente The Washington Post lo comparase con Alejandro Dumas. "Por un lado, es insultante porque he recibido tres premios literarios en Francia, uno en Alemania, otro en Estados Unidos, otro en Irlanda..., y sigo ganando premios como escritor. Pero si me pregunta qué preferiría ser, si ganador del Nobel o Dumas, preferiría ser Dumas, prefiero ser un contador de historias".

Un 'artesano' de las letras

En la era de la piratería en internet, Archer, un hombre que escribe a mano todas y cada una de las palabras de sus relatos, permanece completamente ajeno al fenómeno. Y tampoco le preocupa.

"No me importa. He vendido 270 millones de libros, probablemente me hayan leído 1.000 millones de personas. Solo quiero que me lean. Tengo todo lo que quiero en la vida y lo único que quiero ahora es que me lean. Daría mis libros gratis si pudiera", afirma sin ironía.

Archer irónicamente ha bautizado su refugio mallorquín "Writers block", dos palabras que expresan el temido bloqueo del escritor ante una página en blanco que él nunca ha padecido. "Jamás he sentido algo similar". Paradójicamente es la expresión que recibe a quien le visita en su casa de Llucmajor, el lugar donde ha concebido buena parte de su producción literaria de los últimos 30 años, en un escritorio con vistas sobre la Bahía de Palma.

En Mallorca pasa desapercibido. "Es muy agradable no ser reconocido. En India me tienen que escoltar para salir del avión y cada vez que hay un evento vienen 3.000 personas a escucharme. En Inglaterra y Estados Unidos no puedo salir a la calle sin que se acerque alguien, que está bien, pero en España no viene nadie y es maravilloso".

En septiembre prevé que empiece el rodaje para televisión de las Crónicas de los Clifton, donde será productor y quiere a John Hurt en el papel del viejo Jack. ¿Y después?: "Quiero finalizar las crónicas de los Clifton, luego escribir un libro de relatos cortos y después afrontar el reto más grande de mi vida. Tengo las grandes líneas de la obra, pero debo asegurarme de vivir suficiente para escribirlo"

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