Un festival de los sabores

En copa cerrada no entran moscas. Así comenzó la tradición de la tapa, que llena ya la plaza de la Marina de pinchos tradicionales autóctonos y gustos extranjeros.
Espetos al fuego en el Festival de la Tapa, que se celebra en la plaza de la Marina. (Martín Mesa)
Espetos al fuego en el Festival de la Tapa, que se celebra en la plaza de la Marina. (Martín Mesa)
Espetos al fuego en el Festival de la Tapa, que se celebra en la plaza de la Marina. (Martín Mesa)

Tienen su origen en las lascas de jamón que tapaban las copas de vino para evitar, hace siglos, que las moscas cayeran en el tinto. Esa tapadera comestible evolucionó hasta convertirse en el principal sustento de los aperitivos, acompañados de una caña o de un tinto de verano.

Málaga rinde culto un año más a este acompañante de la barra con su Festival de la Tapa, que ya va por la décima edición. Desde esta noche y hasta el domingo podrán conocerse las últimas, y minúsculas, novedades culinarias.

La tradición y la nouvelle cuisine se citan en la plaza de la Marina a lo largo de 13 establecimientos. Unas 70 recetas donde no faltarán los boquerones en vinagre, los mejillones al vapor, el jamón serrano u otras exquisiteces más lejanas, como los rollitos chinos o los fideos de arroz.

Para terminar, una competición

Entre las exquisiteces y las cervecitas y los vinitos de rigor habrá un incentivo para los hosteleros, un certamen entre las mejores tapitas. Un jurado compuesto de público, periodistas y expertos gastronómicos se reunirá el último día para decidir cuál es el plato más innovador. Será una elección en la que, sin duda, mandará el estómago por encima de todo.

* Plaza de la Marina. Inauguración, a las 20.30 h. Entrada: gratis.

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