Con ellos, todos los tramos de la línea 2 (Martín Carpena-Malagueta) ya están en obras, aunque lo suyo ha costado. Exactamente varios meses, a la espera de la autorización del Ayuntamiento, reticente a que arrancaran los trabajos en la avenida de Velázquez antes de las elecciones. A los pocos días de los comicios, las máquinas pudieron entrar en el tramo la calle Frigiliana y la avenida de La Paloma, que estará cortada cerca de un año.

Y el mismo plazo de afección al tráfico tienen el tajo que comienza mañana y el de la semana próxima: dejarán sin coches el eje avenida de Velázquez y Héroe de Sostoa entre Molière y el puente Juan Pablo II, de unos 4,5 kilómetros (ver en el gráfico el estado de cada tramo). Sólo circularán residentes, transporte público y emergencias.

Metro Málaga anunció que entre Los Guindos y Frigiliana se ubicarán 200 plazas de aparcamiento en superficie junto al polideportivo de Puerta Blanca y otras 200 en la avenida Virgen de Belén.

De todo el recorrido de Carretera de Cádiz, los principales problemas pueden darse  entre las avenidas Velázquez y  Molière por ser el tramo que más vehículos soporta: 40.024 (día laborable). No obstante, la avenida de Molière se mantendrá abierta como entrada  hacia el paseo marítimo para sortear las obras.

La línea 1 sigue encareciéndose

En un mes, la Junta tendrá que decidir qué hace con los proyectos de la línea 1 (Malagueta-Teatinos), de apenas 7,3 kilómetros y cuyas obras se anunciaron para este verano. Las mejoras al diseño del suburbano que se adjudicó a la concesionaria Metro Málaga (que lo construirá y explotará 30 años) han duplicado el coste inicial: de 403 millones de euros hasta los 806 millones. Y ha sido sólo en papel, sin contar que a pie de obra puede haber más sobrecoste. Esto ha llevado a Obras Públicas a revisar con lupa todo, pero, según fuentes cercanas, no está claro si pagarán lo que pide la concesión. No lo tienen fácil, pues las mayores modificaciones las ha avalado la propia Administración.