No, pero es parte del oficio.

Y, ¿por qué se metió allí?

Con esa edad lo pasabas bien. La guerra no es bonita, pero sí muy atractiva. Un amigo de batalla me decía en Asia: «No tuvimos una infancia fácil. Pero al menos tenemos Vietnam». Es verdad. Je, je.

Pensará que el periodismo ya no es el que era...

Igual es que me hago viejo, pero creo que aquellos tiempos no volverán. Ahora todo es más artificial... No sé si falta amor u oficio.

¿Cómo era antes?

Éramos la tribu de las tres d: dipsómanos, descreídos y divorciados. Ja, ja. Bueno, no todos así. Era también sentido del humor. Sin medios, con 18 años, me metí sólo a la guerra de Argelia. Éramos más románticos.

¿Qué piensa al ver al periodista precario de hoy en día?

Lamento que tengan tan malas condiciones. Aunque en mi tiempo era aún peor.

Y ahora los periodistas le reconocen esa vida...

No soy de grandes alabanzas; soy un aldeano de cerca de Gernika. Pero este premio es el que más me ha conmovido, por ser de mi tierra, mis compañeros... Siento no poder ir a Bilbao. Pero es que estoy jodido. Y encima hoy con resaca.

¿Resaca?

Celebré lo del Athletic.

BIO. Nacido en Arratzu, en 1941. Ha sido corresponsal de guerra y fundador de las agencias de noticias Colpisa y Fax Press.