«Nena, vámonos. Venga, que se lo tenemos que demostrar a Sevilla. Aspirar el aire por la nariz y soltarlo por la boca, cada dos pasos. Ése es el racheo. Que buena cuadrilla. Bien, bien...». Son las palabras del veterano capataz José Díaz González de la Portilla. Dice que le salen del alma. Se las dice a su cuadrilla, la primera en la historia de Sevilla compuesta sólo por mujeres.

Bajo las trabajaderas hay 30 costaleras. Durante el día son amas de casa, estudiantes, madre e hija, hermanas. Hay hasta una soldado, una enfermera y una periodista. La mayoría son de los barrios periféricos de Sevilla, aunque hay una almeriense, otra cordobesa y tres granadinas.

A todas les une el mismo sueño: sacar un paso en Sevilla. Se ha hecho realidad y portarán bajo sus hombros a Santa Teresa de Jesús. Es la primera vez que este misterio de gloria saldrá en procesión por las calles de la ciudad. La imagen pertenece a la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen, Milagroso Niño Jesús de Praga, Señor San José y Santa Teresa.

Se estrenarán el próximo 17 de julio, delante del paso de la Virgen del Carmen. Saldrán a las 20.30 h de la iglesia conventual del Santo Ángel (calle Rioja) y regresará al templo a medianoche.

El pasado sábado día 16 hicieron la prueba real. «Hay que ser muy valiente para aguantar el calor de julio debajo del paso y afrontar las críticas», dice Miguel Ángel Pérez, el hermano mayor.

«He mandado en muchas cuadrillas. La ilusión que ellas ponen difícilmente se puede igualar. Saben que las están mirando con lupa y que aquí hay mucha guasa», dice Portillo, su maestro, quien a golpe de martillo las llama por sus apellidos: Mena, Santiago... Para no confundir a nadie.

María del Carmen Cid. 28 años. Ama de Casa. Parque Alcosa. «Tenía muchas ganas de ser costalera. Es algo único. Con el paso de Santa Teresa ha llegado mi gran oportunidad. Reconozco que tengo un poco de miedo, pero la ilusión es más grande. Mi familia me apoya y viene a los ensayos».

Eugenia Delgado. 22 años. Estudiante FP. Parque Alcosa. «La experiencia es muy bonita. Las sensaciones son inexplicables. Estoy muy ilusionada y quiero que todo salga muy bien. Mi hermana Gisela también lleva el paso, que no pesa tanto. Nos enteramos por una amiga».

Miguel Ángel Pérez. Hermano Mayor. «Es un reto. Aquí en la hermandad no somos machistas. Si pueden y lo demuestran, creemos que tienen el mismo derecho que los hombres costaleros. Hasta ahora, en los ensayos, ya han demostrado de lo que son capaces».