Daniel Ballesteros Estudiante, 27 años

«Menos mal que cambian de sitio. Esto es una guarrería» Hace viajes a Madrid con frecuencia y considera que su ubicación en el paseo de Pamplona suponía un problema para el tráfico, cada vez que entraban y salían los autobuses. Opina que «ya es hora de que una ciudad como Zaragoza tenga una estación centralizada de autocares, limpia y práctica». Cree que la antigua estación no reúne las condiciones. «Es una guarrería como está», afirma.

Carmen Martínez jubilada, 72 años

«Hay que ser modernos. A mí me gusta la nueva estación» Llegó ayer de Salou, a la estación del paseo de Pamplona. A Carmen no le preocupa el cambio de localización de Ágreda para sus próximas escapadas veraniegas, porque piensa que habituarse es cuestión de tiempo. «Dicen que la gente mayor es reacia a los cambios, y no estoy de acuerdo. Si son para bien, bienvenidos sean. Y, desde luego, la Estación de Delicias es mejor. ¡La que es un caos es ésta!», exclamaba.

Uxía Rodríguez Estudiante, 25 años

«La nueva estación está lejos de todo y no resulta cómoda» Uxía tiene sentimientos contradictorios hacia la nueva Estación de Delicias. Por un lado, cree que «la centralización de todas las líneas de buses en un mismo lugar favorece el desarrollo de la ciudad», pero, por otro, cree que es más cómodo para los ciudadanos tener la estación en el centro. «Desde el centro todo está cerca y me compensa, aunque esto (antigua estación) sea un poco cutre», asegura.

Patricia Hernández Estudiante, 19 años

«Con el cambio todos estamos desorientados. Todo está a medio gas.» Ya ha viajado varias veces desde la Estación de Delicias, pero sigue sin aclararse. Prefería las pequeñas y dispersas estaciones que había antes en el centro, aunque cree que «con el tiempo las cosas irán a mejor». Asegura que la gente no sabe qué buses coger, ni adónde dirigirse. «No es un problema de indicaciones, porque son buenas, sino de que todo está a medio gas todavía», dice.

Virginia Mateo Taquillera de la estación central, 29 años

«Hemos cambiado a mejor, pero esto está muy mal comunicado.» Considera que las instalaciones de la nueva estación son mejores, tanto para los trabajadores como para los viajeros. Sin embargo, cree que es «una desidia que la estación no esté todavía bien comunicada. «Comenzamos a trabajar antes de que salgan los primeros buses de Tuzsa y tenemos que coger taxis. Esto no es normal», añade.