Los institutos de secundaria zaragozanos están empezando a quedarse vacíos, a falta de dos días para que termine oficialmente el curso. Casi un tercio de los alumnos matriculados han dejado ya de ir a clase, aunque son obligatorias hasta el jueves.

La razón, explican en los centros, es que esta última semana se dedica a clases de repaso para los alumnos que tienen que presentarse a las pruebas extraordinarias (recuperaciones) que se hacen los días 22 y 25.

Con las notas en la mano (la mayoría de los institutos ya las ha entregado), los alumnos que han aprobado optan por hacer pirola y saltarse estas clases extra, que consideran innecesarias.

En la mayoría de los casos, las faltas son consentidas por los padres. «Hay familias que incluso piden que demos antes el boletín de notas para irse de vacaciones», comenta un jefe de estudios del IES Pablo Serrano.

Aún así, y hasta el último día lectivo, los centros continúan poniendo faltas de asistencia y comunicándoselas a los padres. «Nuestra obligación es controlar hasta el último día», explican en el IES Tiempos Modernos.

Los docentes aseguran que esta última semana es muy poco productiva. «Los que han aprobado no ven el sentido a seguir viniendo y los que han suspendido dicen que en casa estudian mejor», explican en el IES Francisco Grande Covián.

«El curso se agota antes de tiempo. Hoy mismo (por ayer) he tenido que salir a buscar a varios alumnos al parque y a los bares de al lado del instituto», comentaba el director del IES Ítaca, en Santa Isabel.

Las recuperaciones no son útiles

Los alumnos que han suspendido alguna asignatura (un 40%, según los centros consultados) tienen una semana para preparar los exámenes de recuperación de los días 22 y 25. Esta convocatoria extraordinaria es, según muchos profesores, «poco útil», porque está demasiado cerca de los finales. «Son contados los alumnos que recuperan en estos exámenes. La evaluación es continua y si no tenían suficiente nivel en los finales, es difícil que los adquieran en una semana», explican.