Ocho meses después de anunciar que ya estaban los resultados, la Consejería de Salud ha colgado en su web (www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud) la macroencuesta de satisfacción realizada a los ciudadanos durante 2006 para saber qué opinan sobre los servicios sanitarios públicos andaluces.

Es como si no hubiera pasado el tiempo. El SAS no ha dado respuesta a las principales quejas a las que los usuarios sevillanos ya aludían en 2005. Uno de los aspectos

peor valorados en los hospitales Virgen Macarena, Valme y Virgen del Rocío, en opinión de los ciudadanos, sigue siendo la intimidad, ya que entre el 34 y 49% de los entrevistados no están satisfechos. Le siguen la limpieza y la calidad de la comida. Tampoco les gusta la comodidad de las habitaciones. En cambio, lo que mejor valoran son a los profesionales que les atienden.

El hospital peor valorado vuelve a ser el Virgen Macarena. Le sigue Valme y Virgen del Rocío. El primer puesto se lo ha arrebatado el San Juan de Dios del Aljarafe al Virgen de la Merced (Osuna).

Según los entrevistados, el cumplimiento de horarios de visita, trámites y papeles, señalización, comprensión de la información de los médicos y tiempo desde el ingreso hasta la operación deben mejorar bastante.

El Macarena está por debajo de la media andaluza en la dificultad que tienen los pacientes para identificar al personal y el respeto con el que se los trata. Valoran poco a los enfermeros y administrativos, así como la información que recibieron sobre el tratamiento y las pruebas realizadas. Lo mejor son las operaciones.

Pese a las críticas recibidas, entre un 95 y un 98% de los encuestados recomendarían a un familiar o amigo el hospital sevillano que les ha atendido.

El personal, de lo mejor

Los andaluces otorgan un notable a la atención recibida en los hospitales de la región. El 92% de los encuestados recomendarían a su familia y a sus conocidos el centro en el que fue atendido. El personal obtiene una puntuación alta. El 91% evalúa a los médicos de forma favorable y un 90,1% al personal de enfermería. También obtienen buena nota aspectos como la confidencialidad de los datos clínicos, el respeto con el que se trata al paciente y la información sobre los tratamientos. Los cates llegan cuando se habla del grado de intimidad, del tiempo que transcurre desde que se ingresa hasta que se produce la operación o de la comodidad de las habitaciones.