El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha convocado para el próximo jueves una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP para analizar la situación tras las elecciones del 24 de mayo y formalizar los cambios que considera necesarios en el partido.

En una conversación informal con periodistas tras visitar el Pabellón de España de la Exposición Universal de Milán, ha garantizado que no se adelantarán las elecciones generales y que, por tanto, se celebrarán cuando correspondan.

De esta manera ha salido del paso el presidente del Ejecutivo tras las declaraciones que ha vertido este lunes el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en una entrevista en Antena 3, donde ha asegurado que Mariano Rajoy le reconoció durante la comida que ambos compartieron en Moncloa hace unas semanas que estaba abierto a un adelanto electoral.

Mariano Rajoy ha explicado que en la reunión de de este jueves con la dirección del PP va a explicar todos los planes del partido de cara a las elecciones generales, incluido "algún cambio", aunque no ha concretado cuándo puede se pueden hacer efectivas las modificaciones. "Eso, ya veremos", se ha limitado a señalar al respecto.

A su juicio, lo más importante es que no va haber cambio alguno en la política económica. Para Rajoy, lo principal que se va a analizar el jueves es la forma en que el PP va afrontar el tiempo que le queda hasta los próximos comicios generales.

Ha adelantado que en esa reunión también pretende hablar de la propuesta de reformar la ley electoral para las elecciones municipales con el fin de analizar diversas alternativas (como una posible doble vuelta) que permitan que gobierne la lista más votada.

Afirmó que también se hablará en esa reunión de los pactos que ha habido para la constitución de los ayuntamientos y de la total voluntad del PP de ganar las próximas elecciones generales. Algo que, según dijo, cree esencial para el futuro y la estabilidad de España ante la actitud que está manteniendo el PSOE.

Sánchez, en concreto, ha explicado, en una entrevista en Antena 3, que Rajoy no le dio ningún argumento de por qué barajaba la opción de adelantar las generales, pero se ha mostrado convencido de que el hecho de que "estuviese pensando en ello demuestra el agotamiento de un partido político", en su caso el PP, y el "fracaso de su política de no afrontar el desafío soberanista de Cataluña".

Tras sostener que él "siempre" ha "respetado la discreción" respecto a lo tratado en las comidas con el presidente, ha defendido que así fue también en esta ocasión "hasta que el Gobierno rompió" esa discreción.

"Nadie me dijo que (la conversación) iba a ser pública. Las cosas que dijimos quedaron en el ámbito de la discreción hasta que el gobierno la rompió", ha acusado. Sánchez, que ha definido su relación con el presidente de "correcta desde la distancia", ha afirmado que Rajoy ha "demostrado, en el ejercicio del poder, no en lo personal, ser un soberbio y una persona que no escucha a otras fuerzas políticas" y ha insistido en que el Gobierno del PP está en un estado de "pánico" y en que "su miedo es a perder el sillón".

Convencido de que los ataques y acusaciones de radical, indigno y extremista que ha recibido del PP en los últimos días se deben a ese pánico, ha señalado que a él le "gustaría entenderse con el PP, pero no con el PP de Rajoy". "El día que el PP destruyó a martillazos el disco duro de Bárcenas se rompió esa posibilidad", ha advertido.

Por eso, ha hecho hincapié en que el PP "tiene que regenerarse en la oposición" y en que, después de tres años y medio de gobierno, Rajoy es "heredero de su propia gestión". Frente a un PP que gobierna "solo y contra todos", Sánchez ha proclamado que él pretende "unir a todos los españoles" con su proyecto, si es el próximo presidente.