La Audiencia de Valencia envió ayer a la cárcel al anestesista Juan Maeso, condenado a 1.933 años de cárcel por contagiar la hepatitis C a 275 personas. La decisión del tribunal determina prisión «provisional, comunicada y sin fianza» para Maeso, y la justifica por riesgo de fuga.

La petición inicial partió del ministerio Fiscal, que ya solicitó el ingreso en prisión del anestesista en una vista celebrada el pasado 4 de junio. La sala se ha decantado finalmente por acceder a la demanda del fiscal mientras el Tribunal Supremo resuelve los recursos de casación anunciados por la defensa.

Según el auto hecho público ayer, Maeso dispondrá de 72 horas de plazo desde la notificación personal para acudir voluntariamente a prisión. En caso de que se resista, se enviará a su domicilio a la Policía Judicial.

El juez considera que la gravedad del delito y de la pena justifica «suficientemente» el riesgo de huida y recuerda que el condenado pidió que le fuera devuelto el pasaporte «para poder salir de España». Según el magistrado, tiene una profesión «atractiva para establecer vínculos en el exterior», lo que «le facilitaría una vida holgada en libertad».

La presidenta de la Asociación de Afectados de Hepatitis C, Amparo González, dijo ayer que «hay justicia» y mostró su deseo de «pasar página» y encontrar un medicamento que elimine el virus.

Los hechos: Según el juez, contagió a 275 personas en hospitales de Valencia entre 1988 y 1997.

Condena: Pese a los 1.933 años, la ley fija en 20 el máximo que cumplirá.

Indemnización: Los afectados van a cobrar un millón de euros, que pagará la Generalitat.

El juicio: Duró 17 meses, y Maeso dijo ser inocente.

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