Los 103 vuelos que operaban la mañana de este viernes en los aeropuertos andaluces no han sufrido ninguna cancelación ni ningún retraso a causa de la tercera jornada de paros parciales convocados por el sindicato mayoritario de los controladores aéreos, USCA, cuya tercera jornada de paros tiene lugar este viernes, una protesta que comenzó el pasado lunes y sigue los días 10, 12 y 14 de junio.

Fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) han indicado a Europa Press que no se ha producido este viernes ninguna cancelación, ninguna incidencia en el tráfico ni ningún retraso en los 103 vuelos que estaban programados entre las 10,00 y las 12,00 horas en los cinco aeropuertos andaluces.

De esta forma, en el caso del aeropuerto de Málaga se ha operado con "normalidad" los 70 vuelos programados en esa franja horaria, en concreto 33 salidas y 37 llegadas, sin ninguna cancelación.

En el aeropuerto de Sevilla han operado entre las 10,00 y las 12,00 horas 16 vuelos entre salidas y llegadas, en concreto ocho salidas y ocho llegadas; en Granada, tres vuelos, una salida y una llegada; en Almería, ocho vuelos entre las cuatro salidas y cuatro llegadas; y en Jerez de la Frontera, seis (cuatro salidas y dos llegadas). De esta forma, han operado todos los vuelos que habían sido programados entre las 10,00 y 12,00 horas en los aeropuertos andaluces, donde todo ha ido con normalidad.

Los controladores aéreos continúan este viernes con sus paros parciales, en la que será la tercera jornada de la huelga convocada por el sindicato mayoritario USCA, después de la reunión que ambas partes han mantenido el jueves y que se ha cerrado sin "ningún acuerdo".

Enaire convocó el miércoles a última hora de la tarde al comité de huelga para un encuentro el jueves por la mañana en el que no se produjeron avances, según explicaron a Europa Press fuentes de USCA, que lamentaron que no se les presentara "ninguna propuesta", por lo que se continuará con los paros previstos.

La huelga se ha convocado como protesta a los 61 expedientes abiertos por Enaire a controladores aéreos del Centro del Control de Barcelona (ACC) por el cierre del espacio aéreo en 2010 y por negarse a readmitir a un controlador del ACC de Santiago.