Cantante, presentador, humorista, empresario, guaperas oficial para mujeres maduras y, próximamente, entrevistador televisivo en RTVE y actor cinematografico. "Acepto los proyectos en los que pienso que me voy a divertir", explica Bertín Osborne, que este sábado, 13 de junio, tiene previsto ofrecer el último pase en Madrid de su obra Por humor al arte, la tercera entrega del proyecto teatral que emprendió años atrás con Paco Arévalo y que el 12 de julio hará una escapada a San Sebastián.

'Por humor al arte' es su tercer espectáculo con Arévalo.

Y siempre está cambiando. Hemos incorporando casi cada semana cosas nuevas porque la actualidad nos da todos los días temas de los que cachondearnos. Este país es una mina de noticias surrealistas, la vida pública es una risa.

¿A quién despellejan con más ahínco?

Despellejamos a todo el mundo porque no hay por dónde coger a nadie. Este país ha degenerado tanto en los últimos años que uno se lo tiene que tomar con humor, si no uno saldría a la calle con una ametralladora. En el espectáculo decimos lo que la gente piensa pero en clave cómica y eso permite que el público conecte mucho con la obra.

¿Con qué temas se ríen más?

Cada ciudad, con los que le tocan de cerca. En Barcelona se partían cuando hablábamos de Pujol y Arévalo le imitaba. Y si hablamos de los ERES, quienes más se ríen son los sevillanos. De las mangancias de Urdangarin o Bárcenas se ríen en todas partes. Tenemos un sentido del humor en España muy curioso y muy divertido. Y, ahora mismo, como decía, necesario: si no, habría gente pegando tiros por la calle.

¿Para hacer teatro hay que ser un poco teatrero?

Yo no lo he sido nunca y sin embargo llevo cinco años en el teatro y me va bien. Lo que hago es hacer el cachondo, que es lo que me divierte, no pretendo que sea visto como algo trascendental.

¿También se siente bien tratado por la crítica?

Las críticas me la soplan completamente, tanto las buenas como las malas. Yo me subo al escenario y me divierto, y la gente que viene a vernos se lo pasa de miedo, así que lo que se escriba por ahí me importa tres narices.

Es cantante, presentador, actor, empresario... ¿qué le que gustaría probar que no haya hecho?

Algo en la que voy a empezar ya a trabajar: una película. Es de una productora de Miami que viene a grabar a Galicia. Tengo un papelito muy corto porque la vida no me da para más. Interpreto a un rey español muy cabrón.

Y tras participar en tertulias políticas, ¿la  política no le tienta?

La política me interesa muchísimo pero no tengo ni tiempo ni ganas para dedicarme a ella. Además, los políticos, cuando no roban —y yo no robaría—, ganan tres duros. Yo necesito trabajar mucho para mantener todo el lío que tengo organizado. Y sería una catástrofe porque no me callaría nada, sería políticamente incorrecto cien por cien, no seguiría la disciplina de partido y tendría problemas desde el primer día.

Mientras no lo haga, ¿hay algún partido que sienta cerca de su ideario?

La gente asume que yo he votado siempre al PP pero no es verdad. La primera vez que pude votar lo hice por Adolfo Suárez; luego, al PP; después, a Rosa Díez; luego, otra vez al PP y ahora... Soy muy amigo de Albert Rivera, líder de Ciudadanos.  Es muy joven, todavía tiene que aprender muchas cosas y se tendrá que rodear de gente fiable para no tener un susto. Por otra parte, es una opción nueva que apuesta por la renovación. Le he oído proponer la supresión de las diputaciones, que supondría un gran ahorro. Es una medida sensata y estupenda.

¿Se siente defraudado con la gestión del Gobierno de Rajoy?

El PP se ha centrado en la economía y en salir de la crisis. Estábamos en la quiebra y, seguramente, era lo que había que hacer, ahora estamos mejorando y se nota. Pero creo que tienen un problema de comunicación: toman medidas y no las explican, dan por hecho que la gente las entiende. Hay mucha gente cabreada. Luego está la corrupción que, desgraciadamente, está en todos los partidos. Me parerece insultante que unos a otros se acusen de ser unos corruptos cuando todos están hasta el cuello, hay un cinismo demencial.

Tiene un nuevo proyecto de entrevistas en RTVE. ¿Le tocará ponerse serio?

Son entrevistas en profundidad que se hacen en la casa del entrevistado o en la mía. Aunque no está en clave de humor, tiene un tono lúdico. La primera entrevista que hemos grabado es a Carmen Martínez Bordiú y hay de todo.  Y, no, no va a ser un programa a lo Risto Mejide. Creo que cuanto más cómodo se sienta el entrevistado, hay más posibilidades de que se abra y te cuente cosas; la tensión no ayuda. Yo estuve en Viajando con chester con Risto y no lo pasé nada mal pero siempre vas con algún reparo.

¿Quién es su referente televisivo?

Apenas veo la televisión, soy más de radio. Pero la mejor entrevista que me han hecho en mi vida me la hizo Pedro Ruiz. Era un entrevistador sublime y sabía establecer ese ambiente cordial y relajado que propicia las confidencias. También recuerdo a Jesús Quintero pero aquel era mucho más surrealista. Tenías que saber meterte en su surrealismo para disfrutar el momento.

¿A cuántas generaciones ha seducido?

Pues no sé. Espero que, al menos, a dos.

¿Qué cree que piensa de usted la gente joven?

Muchos me paran por la calle. El otro día, incluso, un grupo de cabezas rapadas y me dijeron que era el "puto amo". Se hicieron unas 200 fotos conmigo. Me hizo mucha gracia porque yo pensaba que era un señor mayor para todos estos. Tal vez les guste que no tengo dobles cara, de mí se tiene la imagen de lo que soy. No hay más.