Luke Winslow-King inunda el Niemeyer con su sonido añejo del jazz más tradicional de New Orleans

Luke Winslow-King , músico nacido en Michigan pero residente en Nueva Orleans, presentó este viernes en la Sala Club del Centro Niemeyer de Avilés, su último trabajo 'Everlasting arms'. En una hora y media de concierto el guitarrista, cantante, compositor deleitó a un centenar de entusiasmados espectadores con su repertorio del jazz más tradicional. Su exquisita mezcla de blues, folk, ragtime y añejo R&B, con toques de pop y rock, trasladó a los asistentes a los escenarios de la Crescent City (sobrenombre de New Orleans).
Imagen del concierto.
Imagen del concierto.
EUROPA PRESS
Imagen del concierto.

Luke Winslow-King , músico nacido en Michigan pero residente en Nueva Orleans, presentó este viernes en la Sala Club del Centro Niemeyer de Avilés, su último trabajo 'Everlasting arms'. En una hora y media de concierto el guitarrista, cantante, compositor deleitó a un centenar de entusiasmados espectadores con su repertorio del jazz más tradicional. Su exquisita mezcla de blues, folk, ragtime y añejo R&B, con toques de pop y rock, trasladó a los asistentes a los escenarios de la Crescent City (sobrenombre de New Orleans).

Winslow-King comenzó la noche con con un tema de su nuevo album, The Crystal Water Springs. Canción a la que siguieron otras como, The Coming Tide, de su homónimo y celebrado anterior trabajo. Swing that thing, Graveyard Blues o Travelling myself de su último disco también sonaron con toda la potencia del sonido del delta del Missisipi.

El músico estadounidense, curtido en los clubes del barrio francés de Nueva Orleans, estuvo espléndidamente acompañado por la banda formada por Roberto Luti a la guitarra, Benj Bohannon a la batería y Brennan Andes al bajo. La banda dejó solo a Winslow-King para que interactuara con el público como cuando interpretó Lousiana Blues demostrando su maestría al mando de su slide guitar y tocando la armónica al mismo tiempo.

Esta parte más intimista dio paso a Never Tired y As april is to may, canciones de su disco de 2009, 'Old/New Baby', donde acompañado otra vez por su banda animó al público con su versión mas potente. Winslow-King puso punto final a la noche con Kokomo blues, tras la que bajó del escenario y se mezcló con sus seguidores, dando prueba de ese estilo de vivir la música en cercanía con su público, tan tradicional de los artistas de la ciudad que alberga el Mardi Grass

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