El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, ha otorgado al titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la Gran Cruz de la Orde do Infante Don Henrique. Esta es una de las máximas condecoraciones que concede el país vecino para agradecer, con motivo del Día de Portugal, los servicios prestados en la expansión de su cultura, historia y valores.

La Orde do Infante Don Henrique es, junto con la Orde da Liberdade, la distinción civil honorífica más importante de la República portuguesa. Dentro de ella, la Gran Cruz es el segundo mayor grado, después del Gran Colar, que sólo reciben los jefes de Estado, ha explicado la Xunta en una nota de prensa.

Tal y como recoge el comunicado oficial de la Presidencia de la República de Portugal, Feijóo comparte este honor con el secretario de Energía de los Estados Unidos, Ernest Moniz.

El responsable del Gobierno gallego recibe este galardón en reconocimiento de su implicación para relanzar, modernizar y actualizar los vínculos entre Portugal y Galicia, para dar a conocer la cultura y la lengua lusas y para afianzar la amistad y la cooperación entre los dos territorios vecinos.

Avances en la cooperación

Según ha destacado la Xunta, Feijóo ha reforzado la cooperación transfronteriza en el contexto de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal, un impulso que se materializa en acciones conjuntas dentro de la Comunidad de Trabajo y de programas como el Iacobus, que fomenta el intercambio universitario entre ambas regiones.

En el ámbito cultural, el ejecutivo autonómico ha recogido la voluntad de la Ley 1/2014 para el aprovechamiento de la lengua portuguesa y vínculos con la lusofonía (conocida como Ley Paz Andrade) mediante un memorando para la adopción del portugués como lengua extranjera.

Entre las personas no portuguesas que recibieron la Gran Cruz a lo largo de estos año se encuentran personalidades como el filólogo Fernando Lázaro Carreter; el expresidente de la Comisión Europea Jaques Delors y el actual, Jean Claude Juncker; el fundador de Microsoft, Bill Gates; la reina Doña Sofía y la primera presidenta del Parlamento Europeo, Simone Veil.