Nathalie Chasseriaux, propietaria de la mansión de Biarritz donde la semana pasada se encontró un zulo de ETA, y Enrique López Jurio, otro de los detenidos en la ciudad vascofrancesa en esa operación, han sido imputados y encarcelados tras comparecer ante un juez antiterrorista en París.

Fuente judiciales indicaron a Efe que el magistrado les acusó en particular de terrorismo y de detención de armas y de explosivos, en relación con el material encontrado en la Villa Cambarre, en pleno centro de Biarritz. Luego comparecieron ante otro juez, el de las libertades y de la detención, que ordenó el ingreso en prisión provisional de ambos.

Chasseriaux, arquitecto de profesión, fue arrestada el jueves pasado al inicio de una operación de las fuerzas del orden francesas, en colaboración con la Guardia Civil, que permitió descubrir en la casa un escondite en el que había dos baúles con 26 pistolas, 43 kilos de polvo de aluminio para fabricar explosivos, detonadores y cordón detonador. Junto a ella fue detenida igualmente su pareja, que quedó en libertad durante el fin de semana.

La operación policial tuvo una segunda fase al día siguiente, con la captura de López Jurio en las afueras de Biarritz cuando circulaba en un coche acompañado por una mujer, que fue liberada tras varias horas de arresto.

López Jurio, natural de Pamplona, había vivido varios años en México y hasta su detención era profesor de una escuela de euskera para adultos en el País Vasco francés a la que asistía Chasseriaux como alumna.

El nombre de este hombre apareció en la prensa en diciembre de 1993 dentro de una lista de los servicios de información españoles sobre etarras y supuestos colaboradores de la banda que se encontraban entonces refugiados en México.