Areso pide "terminar con la polémica de los pitidos y buscar fórmulas para sentirse integrado en los símbolos"

Subraya que la Federación o los clubes "no tienen la culpa" de lo que hayan hecho los aficionados

El alcalde de Bilbao en funciones, Ibon Areso, ha considerado que "habría que terminar cuando antes con la polémica" suscitada con motivo de los silbidos que se escucharon en la final de la Copa del Rey y "buscar fórmulas para que esa sociedad que mostró ese distanciamiento respecto a los símbolos, se sienta más integrada en ellos".

Areso, que ha asistido este lunes a la presentación de las últimas obras de arte donadas al museo de Bellas Artes, ha recordado que ya había manifestado antes del encuentro que los símbolos institucionales, "sean del país que sean", se tienen que respectar, motivo por el que solicitó "un silencio y una respeto a esos símbolos".

No obstante, ha asegurado que ante un aforo de 90.000 personas es "muy difícil ponerle puertas al campo" y ha pedido una reflexión sobre cómo puede conseguir el Estado que "la gente aplauda y se sienta más solidario con esos símbolos".

Controles en carretera

A ese respecto, ha indicado que "a veces no ayuda, aunque eso no lo justifica, que en el recorrido que hicieron muchos por carretera de Bilbao a Barcelona, en determinados momentos se pusieron controles" policiales que, a su juicio son "innecesarios" y que "lo que hacen es molestar". Por ello, ha dicho que es necesario buscar la manera de "cambiar y revertir esta situación".

Areso ha insistido en el hecho de que "no comparte que se menosprecie los símbolos de ninguna institución, pero ha afirmado que los silbidos "no tienen ningún recorrido penal".

En ese sentido, ha afirmado que puede haber un "intento de sanciones administrativas", pero la Federación o los club "no tienen la culpa" de lo que hayan hecho los aficionados.

Asimismo, ha dicho que habría que determinar "si prevalece la libertad de expresión sobre otro tipo de normativas" y que habría que sancionar a las personas, lo que según ha reiterado es "ponerle puertas al campo" y es un recorrido que no tiene mucho sentido".

Por ello, ha abogado por "terminar cuanto antes con la polémica y buscar fórmulas para que esa sociedad que mostró ese distanciamiento respecto a los símbolos se sienta más integrado en ellos".

Respecto al ambiente en la jornada del partido, ha afirmado que estuvo en Barcelona y que por la ciudad "se veían montones de camisetas rojiblancas y muy pocas blaugranas", lo que le sorprendió.

Por ello, ha asegurado que "el jugador número 12 ganó por goleada" esta final, pero ha indicado también que la "Copa no se la lleva el jugador numero 12, sino los 11 que están por delante y que el Barcelona es mucho Barcelona y no pudimos traerla".

Por último, ha afirmado que "le da mucha pena" por la alegría que conseguir la Copa hubiera reportado a los aficionados y por el "salero económico que eso siempre significa" para la hostelería y el consumo.

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