Cuarenta vascas al año dan a luz en casa, el cuádruple que en 2000

La posición es más natural en cuclillas o en la bañera, y el bebé nace más facilmente. Sólo es posible cuando se espera un alumbramiento sin complicaciones. Hay 6 comadrones en Euskadi.
«Una madre que da a luz en un hospital dice: ‘Me hicieron esto, me tumbaron allí...’. Pero una mujer que pare en casa cuenta después: ‘Hice esto, elegí este lugar...’». Habla Rosa Soloaga, miembro de la asociación Haurdun, a favor de los partos naturales.Las mujeres que eligen su casa para dar a luz se han cuadruplicado desde el año 2000 en Euskadi. Hoy son 40 anuales. Son datos de Luis Mediavilla, que en 2000 empezó a ejercer de comadrón a domicilio. Entonces era el único. Hoy son seis en el País Vasco.

«Un parto en casa es más seguro, natural, gozoso y merece la pena vivir ese momento emotivísimo», explica Mediavilla. Al margen de su profesión, preside Daraluz, otra asociación pro partos en casa.

Alumbrar en el hogar evita en casi todos los casos la epidural, la cesárea y la fisiotomía (corte en la vagina), gracias a la postura de la mujer. En cuclillas o en la bañera, la posición es más natural, más mamífera, y el niño sale con mayor facilidad.

Claro que en la génesis de la vida, el componente emotivo es clave a la hora de elegir dar a luz en casa. En el parto natural la pareja acompaña a la madre, se pone luz tenue, entorno cálido y una comadrona se encarga de que todo vaya bien. Después, la mujer se tumba, y mientras el cordón umbilical bombea sangre al neonato, madre e hijo descansan abrazados.

«Muchas mujeres sienten el dolor como un esfuerzo loable por traer vida al mundo. Alabamos a montañeros que vuelven a casa sin dedos y rechazamos partos sin anestesia», argumenta Mediavilla.

Sólo cuando se espera un alumbramiento sin complicaciones es posible hacerlo en casa. Más información en: www.elpartoesnuestro.es.

Frecuente en Europa

«No somos hippies trasnochadas», reivindican las madres que dan a luz en casa. En Holanda, una de cada tres mujeres alumbra en su hogar. Claro que también es posible tener un parto natural en un hospital. Algunos centros de Andalucía o Asturias acondicionan salas que mejoran la postura de la parturienta, permiten la cercanía familiar, minimizan los cortes y anestesias... En Euskadi no hay ninguno así. Aquí se hacen cesáreas en un 10% de partos y fisiotomías en la mitad de casos, aproximadamente. Son medidas que, según el comadrón Luis Mediavilla, responden a los intereses del médico, no de la madre.

Idoia Armendariz dio a luz en su casa

«Traje a mi pequeñito en casa, y le tuve media hora piel con piel»

¿Cómo fue el parto en casa?

Tranquilo. Por la noche tuve la primera contracción. Llamé a la comadrona y me relajé. Me hice una sopa y mi marido se durmió. Entonces busqué por casa un lugar   para traer a mi pequeñito al mundo. Elegí la bañera. Con agua caliente se mitiga el dolor.

Y vino al mundo.

Sí. La comadrona puso al niño sobre mí. Estuvimos media hora piel con piel mientras ella le echaba agüita caliente por encima para que no se enfriara. Y aún nos unía el cordón umbilical.

¿Por qué?

A través de éste yo le pasaba hierro y oxígeno. Además, con las contracciones segregamos endorfinas, hormonas que pasan al bebé. Le relajan y le dan felicidad.

¿Para repetir?

Ha sido la experiencia más bonita de mi vida. Cuando me baño con mi niño, le digo: «Mira, aquí viniste tú». U. E.

BIO. Tiene un niño al que dio a luz en casa hace 15 meses. Vive en Leioa. 38 años. Miembro de El Parto es Nuestro.

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