Los turistas y vecinos que quieran acercarse a la Alhambra o bajar al Realejo desde el Albaicín no podrán hacerlo atravesando la Cuesta de los Chinos hasta bien entrado el verano.

Las obras de remodelación de esta típica calle (mitad de la Alhambra, mitad de la ciudad) están previstas que finalicen el 15 de julio. Mientras tanto, la comunicación con el Albaicín por esta ladera del recinto monumental permanecerá cerrada.

El Ayuntamiento y el Patronato están cambiando todo el empedrado para hacerlo más firme. En los trabajos se utilizan parte de las piedras viejas del pavimento anterior, pero se está realizando una selección para que todas sean más o menos del mismo tamaño y hacer la vía más uniforme.

"En los escalones se colocarán elementos más grandes para que hagan de barrera de contención", explica Isabel Nieto, concejala de Urbanismo. En total, se cambiarán aproximadamente  1.785 m2 de empedrado (185 m2 de ellos con escalones).

Los trabajos, que tienen un coste de 261.998 euros, también incluyen la instalación de barandillas en el margen derecho para facilitar su tránsito a personas mayores o con dificultad motriz.

Los cables del alumbrado que ahora hay en las fachadas se soterrarán, así como unas nuevas rejillas de recogidas pluviales y la canalización de tubos y arquetas para futuras instalaciones. Aunque se mantendrán las farolas existentes, habrá 7 nuevos puntos de luz y una columna de iluminación en la parte superior de la calle.

El Consistorio tiene previsto instalar un parque infantil con columpios en la zona final del paseo de los Tristes. Las obras están condicionadas "al visto bueno del Patronato de la Alhambra por estar en su zona de influencia", según explica José Torres Hurtado, alcalde de la ciudad.

El proyecto incluye un suelo adaptado según normativa para menores y cinco atracciones. El caucho del pavimento está diseñado en  colores vivos como el rojo y el amarillo.