La Guardia Civil ha imputado a dos varones con iniciales M.F.A. y J.L.E.E, de 60 y 48 años, respectivamente, dos atracos cometidos en 2014 de las localidades burgalesas de Arija y Busto de Bureba. Los ahora imputados fueron detenidos en febrero por la Ertzaintz e ingresaron en prisión.

Tras los atracos cometidos en la provincia burgalesa, ocurridos respectivamente los días 9 de septiembre y 20 de noviembre, la Comandancia de Burgos inició las investigaciones pertinentes que permitieron descubrir que ambos hechos presentaban similitudes.

La colaboración ciudadana resultó además crucial, lo que permitió centrar las sospechas en dos vecinos de Vizcaya, quienes, además, ya venían siendo investigados por la policía vasca, que les detuvo en febrero y les imputó varios atracos cometidos en entidades bancarias del País Vasco y Castilla y León.

Fruto de los registros domiciliarios, en los que la Guardia civil participó como observadora, se intervino un elevado número de objetos que, una vez estudiados, permitió vincular a los detenidos con los hechos ocurridos en Burgos, en concreto de los atracos perpetrados el pasado año en Arija y Busto de Bureba.

Se intervinieron armas cortas y municiones reales y simuladas, grilletes, aparatos y elementos de comunicación como 'walki-talki' e intercomunicadores y auriculares, así como prendas de vestir, guantes y pasamontañas susceptibles de ser empleados en este tipo de ilícitos penales y que les vinculan con los hechos investigados.

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Modus operandi'

Los detenidos seguían siempre el mismo 'modus operandi'. Elegido objetivo y día, el atracador accede al interior practicando un butrón en la pared, como lo ocurrido en Arija, donde espera la llegada del empleado, o bien asalta al mismo fuera y a punta de pistola le exhorta a abrir la sucursal, como ocurrió en Busto de Bureba.

Ya dentro, en permanente contacto por sistema de comunicación a distancia con un cómplice que espera en el exterior, el atracador obliga al empleado a abrir la caja de seguridad. Con el botín asegurado, maniata el empleado y sale de la entidad por la puerta de entrada usando las llaves propias de la víctima.

Se trata de dos delincuentes muy peligrosos, ambos con un amplio historial delictivo y cuya única fuente de ingresos, principal sustento y modo de vida diario, era la comisión reiterada de atracos a sucursales bancarias.

Esta operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, Equipos de Medina de Pomar y Miranda de Ebro y Grupo Roca, en estrecha colaboración con la Policía Autónoma Vasca, en coordinación con los Juzgados número 2 de Villarcayo y Único de Briviesca, donde han sido entregadas las diligencias.