Denuncian al Gregorio Marañón por dar de alta a una paciente que después se suicidó

  • La habían diagnosticado distintos trastornos.
  • A pesar de ello, nunca era ingresada.
  • Ni siquiera después de varios intentos de suicidio.
  • Terminó con su vida el 18 de mayo.

La familia de una mujer que padecía trastornos mentales y se suicidó el 18 de mayo tras recibir el alta médica ha presentado una reclamación patrimonial en la Consejería de Sanidad por una "deficiente" actuación del hospital Gregorio Marañón, dependiente de la Comunidad de Madrid.

En concreto, por "clara negligencia" de las dos doctoras del Servicio de Psiquiatría del Gregorio Marañón, dependiente de la Comunidad de Madrid, que firmaron el alta.

Así lo ha indicado Antonio Navarro, abogado adscrito a los servicios jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente (Adepa), que asiste a la familia de Alicia M.I., de 39 años.

Psicosis paranoide

En la reclamación, Carlos, uno de los hermanos, recuerda que los primeros síntomas de la enfermedad de su hermana comenzaron en agosto de 1998, a la que se le diagnostica un cuadro de psicosis paranoide, por lo que ingresa en el hospital Gregorio Marañón y empieza así su tratamiento.

Desde entonces se repiten las recaídas y los intentos de suicidio, de los que sale bien parada gracias a la intervención de su familia. Tras estas recaídas siempre terminaba ingresada por un pequeño período en el hospital.

Durante estos años le han diagnosticado trastorno depresivo recurrente, psicosis paranoide y trastornos esquizofrénicos

"Durante todos estos años lo diagnósticos facilitados han sido psicosis paranoide psicógena, trastorno depresivo recurrente, psicosis paranoide, trastorno esquizoafectivo y esquizofrenia paranoide", subraya su hermano.

En noviembre de 2006 la paciente protagonizó otro intento de suicidio por ingesta de medicación, permaneciendo ingresada ocho días, y en este caso se la diagnostica "sintomatología psicótica paranoide, reacción adaptativa estresante vital, rasgos dependiente de personalidad y gesto parasuicida".

Tras recibir el alta comenzó de nuevo a trabajar y a los pocos días, a primeros del pasado mes de abril, la familia le nota gestos raros como "hablar sola, hablar por teléfono sin teléfono, gestos de estar comiendo sin tener nada en sus manos e incluso acunar un niño ficticio entre sus brazos".

Después de distintos ingresos, la madre de Alicia manifestó entonces el temor de que pudiera intentar suicidarse y los médicos la dicen que esté "tranquila, que no va a hacer nada".

A los pocos días Alicia recibió el alta, con "un antidepresivo y una pastilla para dormir como tratamiento" pese a seguir "muy mal", y ya en su casa, donde la familia no la dejaba sola, aprovechó que su madre estaba haciendo la comida para arrojarse por la ventana y poner fin a su vida.

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