El presidente de EEUU, George W. Bush, se ha sentido indispuesto mientras desayunaba este viernes con el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, durante la cumbre del G8. Sufre retortijones y dolor de estómago, según ha indicado este viernes Dan Barttlet, un portavoz de la Casa Blanca.

No pudo asistir a la primera reunión que tenía prevista en la cumbre. Sin embargo, no anuló su agenda y continuó con sus planes a pesar de los dolores.

Durante el día, viajó a Varsovia, capital de Polonia, y se reunió con su presidente, Hanna Gronkiewicz-Waltz. Entre varios asuntos, hablaron de la propuesta rusa alternativa al escudo de misiles en Europa.