La reforma del Régimen Especial de Baleares (REB) que incluye un incentivo fiscal para las empresas y autónomos de las Islas, incentivará la inversión y paliará, en gran medida, los costes de insularidad de Baleares.

Según ha concretado el conseller de Hacienda y Presupuestos, José Vicente Marí, se trata de una reserva para inversiones de las Islas Baleares, que consiste en dejar sin tributación entre el 65% y el 70% de los beneficios obtenidos por las empresas y autónomos, con un límite máximo establecido por la UE, con carácter general, de 200.000 euros de impuestos a pagar, cada tres años.

Marí ha señalado que este mecanismo fiscal es "trascendente "para el archipiélago porque será "un arma útil para incrementar los puestos de trabajo que se generarán, dado el efecto multiplicador que tendrá en la actividad económica".

Así, se calcula que el régimen fiscal especifico tendría un impacto económico de entre 115 y 130 millones de euros, si bien esta cantidad variará en función del número de beneficiarios y de la cantidades a declarar.

Tipos de inversiones que se podrán beneficiar

En concreto, se podrán beneficiar del nuevo régimen fiscal las inversiones iniciales en la adquisición de elementos patrimoniales nuevos que se realicen como consecuencia de la creación o ampliación de un establecimiento, la diversificación de la actividad para la elaboración de un nuevo producto o la transformación sustancial en el proceso de producción que afecta a la actividad.

Asimismo, se también se pueden acoger al incentivo fiscal las inversiones derivadas a la creación de puestos de trabajo, relacionados de forma directa con las citadas inversiones, y las de elementos patrimoniales que contribuyan a la mejora y protección del medio ambiente en el territorio balear.

Los beneficiarios potenciales son 42.943 declarantes del impuesto de sociedades y otros 43.616 declarantes del IRPF con rendimientos de actividad económica. El conseller ha calculado que en torno a un 10% del total de declarantes de la Comunidad se acogerán a la bonificación de impuestos.

Marí ha puesto varios ejemplos del ahorro fiscal que representa el incentivo fiscal. Así, en el caso de un establecimiento de restauración, con una beneficio anual de 80.000 euros y que invierte 60.000 euros en la rehabilitación del local, supondrá un total de 11.250 euros de ahorro (un 56,25%).

Del mismo modo, una sociedad que desarrolla su actividad económica al alquiler de inmuebles, que obtiene unos beneficios de 100.000 euros, y decide destinar el 50% de sus beneficios a instalar placas fotovoltaicas para el suministro de electricidad del edificio, tendrá un ahorro fiscal del 37,5%, lo que se traduciría en 9.375 euros.

El proyecto de Ley de modificación del REB, aprobado por el Consejo de Ministros, introduce tres artículos para su regulación, y deberá ser aprobado por el Consejo de Ministros para lo que, según ha afirmado el conseller, "existe un plazo suficiente de tiempo antes de las elecciones generales para poder hacerlo".