Ibarretxe compareció ante los medios de comunicación en el Palacio de Ajuria Enea junto a los otros dos miembros de su Consejo Político, Joseba Azkarraga (EA) y Javier Madrazo (EB), con los que se reunió para analizar la situación creada tras el anuncio de ETA de dar por finalizado su alto el fuego.

En esta declaración, en la que no hubo posibilidad de preguntas, el lehendakari rechazó "rotundamente" que con la decisión de ETA se piense que "se acaba también el momento de hacer política".

Hizo un llamamiento a la sociedad vasca para que se conciencie de que es la propia ciudadanía la que "tiene la verdadera capacidad para decidir, para alzar su voz y hacerle llegar a ETA su exigencia de paz".

"Nuestra confianza está depositada en la sociedad vasca, porque está decidida a ejercer el derecho a decidir su propio futuro, sin tutelas, sin amenazas, sin coacciones y sin prohibiciones, y ese futuro pasa indefectiblemente por la paz", sentenció.

"Enorme frustración"

Dijo que la decisión de ETA supone también una "enorme frustración y un engaño a los propios votantes de Batasuna" y un "portazo" a la "apuesta por el proceso de paz que representaban los votos de ANV, según proclamaban en su propaganda electoral".

Ante esta situación, defendió el diálogo institucional y entre partidos para "evitar la utilización de la violencia como arma de confrontación".

También reiteró su apuesta "por el final dialogado de la violencia, cuando ETA dé muestras inequívocas y creíbles de su disposición a poner fin al terrorismo definitivamente".

Insistió en el diálogo como método para "la solución del problema vasco", porque, junto con la política, "es el único camino que puede poner fin a la violencia y permitirnos decidir nuestro propio futuro".

"No puede haber espacios opacos ni atajos ilegales", añadió el lehendakari quien advirtió de que "la actuación de las instituciones democráticas en la defensa de los derechos humanos no puede ejercerse en términos de acción-reacción, como si fueran instrumentos que pudieran ser manejados al albur de los acontecimientos, como en las últimas horas estamos observando", en referencia implícita al caso de Iñaki De Juana.

"Por eso -añadió- este Gobierno será el primero en poner todos los medios policiales a su alcance para combatir la violencia, pero también será el primero en denunciar la conculcación de los derechos humanos, venga de donde venga".

Por último, se mostró convencido de que "saldremos adelante" y pidió a todas las instituciones que ante la ruptura del alto el fuego de ETA reaccionen "con serenidad y con confianza en nosotros mismos".