CaixaBank ha recibido 28 peticiones de crédito para nuevas promociones inmobiliarias en su delegación territorial de la Comunitat Valenciana en lo que va de año, algo que "no había ocurrido en los últimos cinco años", en palabras de su director general, Juan Antonio Alcaraz, quien ha remarcado que "la demanda de crédito sigue siendo atendida" y les "gustaría que hubiera más".

Así lo ha indicado este martes en un almuerzo de la Asociación Española de Directivos, de la que es vicepresidente, a preguntas durante el coloquio acerca de qué tiene que ocurrir para que fluya el crédito empresarial y deje de concederse "con cuentagotas".

Alcaraz, que en su intervención inicial ha defendido que los bancos siempre quieren dar crédito aunque "otra cosa es que no puedan porque no hay suficiente demanda solvente" o "liquidez, en algunos casos", ha remarcado que los créditos son las ventas del sector e intentan "todos los días dar todo el crédito" posible.

"Capital y liquidez lo tenemos en abundancia", ha agregado, y de ahí, que su objetivo diario sea "dar crédito", aunque con el "problema" de que "demanda solvente de crédito hay la que hay".

Según Alcaraz, "la que hay no solamente es atendida, sino que como hay poca demanda solvente, o la que hay, y muchos competidores que quieren atenderla", se vuelve al "proceso peligroso" de que las entidades se pelean por atraerla y provocan un descenso de precios.

Además, ha apuntado que "demanda de refinanciación durante la crisis ha habido mucha" y ahora hay "poca inversión de proyectos de crecimiento que no tengan que ver con refinanciaciones", para después destacar que "incluso en un sector que ha sufrido más que ningún otro esas restricciones, como el inmobiliario, hay cierta demanda que evidentemente es atendida en la medida en que los proyectos cumplen todas las características" requeridas.

Integración de banco de valencia

En cuanto a la integración de Banco de Valencia, ha destacado que motivó un "incremento de posiciones" en la Comunitat y elevó su cuota de mercado en esta autonomía del 13,3 al 18,5 por ciento en clientes de 2012 a 2013, del 6,3 a 11,8 por ciento en depósitos y del 6,4 al 10,5 por ciento en créditos.

Preguntado por los motivos para mantener esa marca comercial en Valencia, Alcaraz ha asegurado que su análisis de esta cuestión "va más allá de Banco de Valencia". Así, ha citado el caso de Banca Cívica, en el que optaron por recuperar las marcas de las entidades de origen por su mayor vinculación con los territorios, y ha apuntado que, con Banco de Valencia, aplicaron "el mismo criterio".

En este sentido, ha resaltado que al ser una marca que "tiene valor", está "arraigada" y es "histórica", decidieron conservarla en la provincia de Valencia y en Murcia, recuperar Banco de Murcia.

A cierre de 2014, su cuota en la Comunitat era del 18,3 por ciento en clientes, 17,5 por ciento en nóminas, 9,9 por ciento en pensiones, 25,6 por ciento en autónomos, 10,6 por ciento en créditos y 12,3 por ciento en depósitos. CaixaBank emplea a 1.900 personas en esta autonomía, donde cuenta con 434 oficinas, ocho centros de banca empresas, tres de banca privada y 1,46 millones de clientes, y en la que su Obra Social invierte 25 millones anuales.

En su ponencia sobre la reestructuración del sistema financiero, ha repasado la "década prodigiosa de crecimiento" basado en el sector inmobiliario, en la que las entidades se endeudaban para financiar ese crecimiento, de 1996 a 2006, hasta el "parón" por el "torbellino" generado por la crisis de las hipotecas 'subprime'.

Regreso a oficinas y empleados de 1996

Desde entonces, el sector ha reducido su capacidad instalada "en oficinas algo más del 30 por ciento y en número de empleados un 26 por ciento", con "71.000 empleados de banca y caja que se ha llevado por delante la reestructuración", hasta acercarse a las cifras de sucursales y personal de 1996, previas a la "bonanza".

Según Alcaraz, también "ha habido una pérdida, un deterioro, de casi el 20 por ciento del valor de todos los activos", en un proceso en el que los bancos se han "ajustado" y están ya "cerca de lo que sería prudente: presto dinero de mis clientes pero no me voy a endeudar para dar préstamos". "Las entidades están mucho más saneadas y fuertes", ha sentenciado.

También ha incidido en los elevados niveles de regulación y requerimientos de capital implantados por las autoridades europeas, que "hacen difícil que las entidades vuelvan a crecer", y los ha achacado a su intención de complicar este negocio para evitar otra "crisis financiera que pueda poner en peligro la deuda pública".

En otro orden de cosas, preguntado durante el coloquio por la posibilidad de abrir por las tardes, ha afirmado que existe "cierto morbo" al respecto en el sector, pero "este debate no responde a la relación con los clientes y empleados" de CaixaBank, que "por convenio y pacto" ya abre una tarde a la semana y, además, logró un acuerdo por el que parte de su personal tiene "horario flexible".