El Grupo popular se ha quedado solo este martes en el debate de toma de consideración en el pleno del Parlamento gallego en defensa de su proposición de ley para reformar el Consello de Contas con el fin de que asuma competencias anticorrupción. Un texto que ha encontrado el rechazo al unísono de la oposición, puesto que solo ve una "operación cosmética" de "lifting" y "humo" ante los "escándalos" del PP, que se reivindica como un partido "limpio".

El portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, ha puesto en valor esta reforma con la que se busca "reforzar el compromiso" en la erradicación de la corrupción al atribuir específicamente a Contas las competencias para su prevención en el ámbito de la actividad económico financiera del sector público autonómico.

En esta línea, el popular ha defendido el modelo de tramitación a través de esta proposición de ley en un debate en el que la oposición ha denunciado el "procedimiento exprés", "sin borrador, sin anteproyecto de ley" y "sin consultar" al propio Consello de Contas.

"Estamos hablando de que un grupo que está limpio ofrece a los demás grupos, desde el máximo respeto institucional, la posibilidad de, en esta Cámara, establecer mecanismos que refuercen las instituciones de autogobierno y contribuyan a prevenir la corrupción", ha justificado Pedro Puy.

Además, Puy ha abogado por que este texto sirva para "recuperar la confianza" en las instituciones y ha remarcado que "el vergonzoso e ilícito comportamiento de algunos no puede cuestionar el de una mayoría de servidores públicos", "Precisamente porque algunas de esas personas actuaron ilícita y vergonzosamente desde nuestra formación política es por lo que nosotros estamos especialmente comprometidos", ha sentenciado.

Reproches de la oposición

De este modo, el portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, ha denunciado una reforma "carente de rigor", por lo que cree que "apoyarla sería contribuir a confundir a los ciudadanos", pues "solo persigue lavar la cara" de los "escándalos" del PP.

Tras acusar al PPdeG de "impedir que hubiera conclusiones" en la comisión parlamentaria de estudio de la corrupción, Méndez Romeu ha ironizado que este texto busca ser un "manto de púrpura que investirá a los nuevos luchadores contra la corrupción", aunque con el modelo que se defiende "no se podría detectar ninguno de los escándalos recientes".

En esta línea, Romeu ha censurado la "falta de credibilidad" que supone esta reforma de Contas, cuando tiene al frente a alguien que "fue máximo dirigente del PP", en referencia a Xesús Palmou, "cuando el señor (Pablo) Crespo organizaba un fraude fiscal entre otras actuaciones" en el PPdeG.

Por su parte, Ramón Vázquez (AGE) ha llamado la atención sobre que "para luchar contra la corrupción hay que tener medios" y "garantizar" la independencia de Contas, pero no cree que esta reforma vaya en esa línea. De hecho, alerta de que el PPdeG propone en su texto que haya un ayudante de auditoría menos para fiscalizar a las corporaciones locales.

Además, ha cuestionado que esta reforma llega en un momento en el que se conoce el "saqueo" de Rato y "otras ratas", a la vez que el PP vende "regeneración" cuando "el 10%" de sus alcaldes "están imputados" y "15 de ellos" concurrirán a las próximas municipales. Por ello, ha vuelto a reclamar una unidad judicial especializada en anticorrupción en Galicia y ha pedido que "se dejen de operación estética" y "apliquen el bisturí".

Así, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, recrimina que esta propuesta "forma parte de la operación de "lifting" anunciada por Feijóo para "encubrir su falta de compromiso" contra la corrupción "sacándose de la chistera propuestas vacías".

Por ello, Jorquera lamenta que el nuevo modelo "evita incurrir en gastos adicionales" por lo que ve imposible que haya resultados sin más medios. "Ni creemos en las superwomen, ni creemos en los supermen", ha espetado.

A este respecto, Consuelo Martínez (Grupo Mixto) ha criticado que Puy eche "balones fuera" hablando de que su grupo está "limpio", cuando "dentro del PP la corrupción es estructural", mientras que considera esta reforma "vacía".

Como réplica, Puy ha censurado que los grupos de la oposición "quedan en evidencia" al votar en contra de que se "prevenga la corrupción", al tiempo que considera que la corrupción deriva de la "condición humana" y no de un grupo político concreto. Asimismo, ha reprochado que el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, sigue "sin contestar" al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para la renovación del Consello de Contas.

Nuevas funciones para contas

Entre las principales novedades de esta norma, Contas asume la responsabilidad de colaborar con las administraciones sujetas a su ámbito de actuación en la elaboración de manuales de gestión de riesgos, de comprobar los sistemas de prevención de la corrupción que se pongan en marcha, de asesorar sobre los instrumentos normativos más adecuados para prevenir y reprimir la corrupción.

También se ocupará de fomentar en la sociedad civil, y "particularmente en el ámbito empresarial", la transparencia y el comportamiento ético en sus relaciones con el sector público. Para ello, se crea una nueva sección en el Consello de Contas, la de prevención de la corrupción, que estará presidida por el conselleiro maior y asistida por todo el personal del órgano.

De tal forma, con esta reforma se refuerza la independencia del personal, toda vez que se blindan sus condiciones laborales —hasta ahora estaban sometidos a cambios en su puesto de trabajo por el sistema de libre designación— y se prevé el concurso específico como procedimiento habitual para la provisión de nuevas plazas. En el ejercicio de sus funciones, además, los auditores verán reforzadas sus capacidades mediante el establecimiento de su condición de "agente de la autoridad".

Contas también asumirá la competencia de fiscalizar la actividad económico financiera de los partidos que reciban subvenciones en la comunidad, así como la evolución de los bienes patrimoniales de las personas que ocupen altos cargos en el sector público autonómico. Del mismo modo, se fija un nuevo mecanismo de inicio de los procedimientos de fiscalización a través de denuncias remitidas por la ciudadanía o asociaciones con personalidad jurídica.

La propuesta popular también abre la vía para que el Consello, a petición de los órganos competentes, pueda emitir informes facultativos que unifiquen los criterios que permiten levantar los reparos que en el ámbito de la administración local y en materia económico financiera se puedan presentar. Una competencia que, en artículo adicional y respecto de las materias jurídicas, se le atribuye en la ley al Consello Consultivo.

Al margen de sus nuevas competencias anticorrupción y de reforzar la independencia de los auditores, los populares también aspiran a optimizar la capacidad fiscalizadora de Contas, de forma que se fija que los candidatos propuestos para este ente deberán comparecer previamente en el Parlamento. También se someterá a los conselleiros al mismo régimen de transparencia que a los miembros del Consello de la Xunta, lo que supone implícitamente hacer públicos sus bienes.

Como tercer pilar de la norma, Puy destaca que se introduce instrumentos de colaboración con otras administraciones, empezando por el Parlamento. También se modifica el apartado de sanciones que recoge que si hay incumplimiento de los requerimientos efectuados, Contas podrá imponer multas entre 600 y 6.000 euros a funcionarios.