El 66% de los españoles están dispuestos a donar órganos

Sólo el 8% tiene el carné que acredita esta voluntad. Los porcentajes de donación casi no han variado desde el año 1993.
La donante Maribel (izda.) y Paloma, que recibió un transplante de riñón en 2001. (Jorge París).
La donante Maribel (izda.) y Paloma, que recibió un transplante de riñón en 2001. (Jorge París).
La donante Maribel (izda.) y Paloma, que recibió un transplante de riñón en 2001. (Jorge París).
España presume de ser el país con mayor número de transplantes de órganos, con una tasa de 33,8 donantes por millón de habitantes en 2006. Con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos, celebrado ayer, se dieron a conocer los resultados de una encuesta realizada para la Organización Nacional de Transplantes (ONT).El estudio indica que el 66,5% de los consultados están predispuestos a donar sus órganos, aunque sólo un 8,2% dispone de la tarjeta que acredita esta voluntad. Sin embargo, llama la atención la escasa evolución de estos datos, ya que son muy similares a los de 1993, cuando la proporción era de 64,5% y 6,2%, respectivamente.

En cuanto al elemento clave en el transplante de órganos, el consentimiento de la familia del donante fallecido, el 48,6% considera necesario preguntar a los parientes. En caso de discrepancia, el 78,6% piensan que los familiares deberían respetar la voluntad del fallecido. Sin embargo, la legislación española hace prevalecer la negativa de un familiar sobre los deseos expresados por el donante en vida.

Critica la petición de médula por web

En la presentación de los resultados de la encuesta, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, recordó que las peticiones de médula ósea deben canalizarse a través de la Organización Nacional de Transplantes (ONT), que lleva un registro de donantes. Salgado se refería así a la petición de Patricia Pena, la joven de 16 años con leucemia que busca un transplante de médula a través de Internet.

Encuentro de dos mitades

Paloma recibió un riñón nuevo gracias a gente como Maribel, inscrita como futura donante: Para determinados enfermos, un transplante significa un prórroga para su vida o el abandono de un engorroso tratamiento. Paloma García tiene 33 años y lupus desde pequeña. La enfermedad le provocó insuficiencia renal y le obligó a someterse a diálisis durante dos años. En noviembre del año 2001 recibió un riñón nuevo.

«Aunque siempre llevé la enfermedad con mucho optimismo, desde que recibí el riñón estoy encantada. No he tenido ningún problema durante estos años», recuerda Paloma. Asimismo, asegura que «el ánimo supone el 90% de la recuperación; por eso me llaman del hospital para hablar con los que se someten a diálisis».

Paloma conoció ayer en 20 minutos a Maribel Mas, una enfermera de 34 años que trabaja en el madrileño Hospital de Alcorcón con enfermos renales. Ella tiene tarjeta de donante, «de riñón y de todos los órganos que puedan aprovechar si están en buen estado cuando muera».

Maribel confiesa que dona sangre desde joven, pero que fue «al trabajar con gente que necesita órganos cuando me conciencié de la importancia de la donación y cómo les cambia la vida». Consciente de su posición  como sanitaria, Maribel hace «campaña» en cuanto puede: «Toda mi familia y mis amigos saben que quiero donar, porque con mis órganos puedo dar muchos años de vida a otras personas». Maribel y Paloma coinciden en la necesidad de concienciar a la población con más campañas de información. J. M.

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