Los cuatro acusados de asesinar a un joven en la localidad toledana de El Carpio de Tajo y de herir a su padre se han declarado inocentes al rechazar en todo momento su participación en los hechos, negando incluso haber estado en el municipio en la fecha en que se produjo el suceso.

Así se han pronunciado durante la sesión de mañana del juicio que se celebra este miércoles en la Audiencia Provincial de Toledo, a la que los acusados han llegado poco después de las 10.00 horas y en la que se han establecido fuertes medidas de seguridad por la presencia en la sala de familiares de los detenidos y las víctimas.

Durante la vista F.V.R. —que solamente ha respondido a preguntas de su defensa— ha cambiado su versión respecto a su declaración inicial ante la Guardia Civil, argumentado que en un primer momento confesó e inculpó al resto de los acusados porque la policía le obligó.

Los otros tres procesados —J.J.F.M, J.A.F.M. y E.R.S.— han mantenido sus versiones negándolo todo, al tiempo que sostienen F.V.R. mintió en su declaración inicial y les inculpó porque uno de ellos estuvo casada con su cuñada con la que tuvo tres hijas y a la que abandonó por otra; por lo que lo han achacado a disputas familiares.

Era día de cobro y "había dinero en casa"

Ha sido el padre de la víctima —V.J.M.— el que en su declaración ha explicado su versión de los hechos acaecidos el 5 de marzo de 2013, día que ha afirmado que era de cobro "y había dinero en casa". Así, ha apuntado que llamaron a la puerta y que fue su hijo quien la abrió encontrándose a tres hombres con pasamontañas y armas que entraron el domicilio.

Una vez dentro, el padre de la víctima acudió al lado de su hijo y pudo ver a tres hombres "de talla normal", con pasmontañas y que portaban una barra, una pistola y algo que no ha podido recordar pero que ha dicho que parecía una escopeta.

Acto seguido, ha relatado que sin mediar palabras golpearon a su hijo con la barra ocasionando que quedara de rodillas y que después escuchó un disparo notando un "dolor muy fuerte", para luego ver cómo pegaban un tiro a su hijo mientras todavía se encontraba de rodillas.

El padre de la víctima, que ha manifestado que se ha pasado dos años sin dormir hasta aclarar lo que ocurrió ese día, ha dicho que "no pudo ayudar" a su hijo y que después de lo sucedido los presuntos agresores, a los que tampoco ha podido reconocer en la sala, salieron huyendo de su casa.

No hubo coacción

También ha declarado esta mañana dos de los guardias civiles que participaron en la instrucción del caso, quienes han desmentido que F.V.R. fuera coaccionado durante su declaración y han asegurado que reconoció su participación en los hechos y que lo hizo con el resto de los acusados.

"Explicó cómo fueron los hechos", han sentenciado, asegurando que pudieron esclarecer los mismos gracias a su declaración y que, incluso, detalló que las armas habían sido ocultadas en una escombrera del barrio de Patrocinio de Talavera de la Reina (Toledo), donde fueron halladas durante la investigación.

Además, han afirmado durante sus respectivas declaraciones que los hermanos J.J.F.M y J.A.F.M., de los que han recordado que tienen antecedentes por varios robos con fuerza en viviendas habitadas, fueron el nexo común entre E.R.S. y F.V.R., que no se conocían previamente.

Testigos protegidos

Durante el juicio, ha declarado dos testigos protegidos una de las cuáles —con vínculos familiares con F.V.R.— ha llegado a afirmar que "se imagina" que los procesados fueron los autores de los hechos aunque solamente ha podido argumentar como prueba un papel en el que aparecían los nombres de los procesados, que le dio su hermano y que entregó a la Guardia Civil.

Dos testigos, que vieron el día de los hechos un coche de la misma marca en la que el Ministerio Público aseguran que huyeron los procesados, han pasado también por la sala y uno de ellos ha afirmado que en el vehículo había cuatro ocupantes de entre 30 y 38 años y que el conductor tenía coleta o un pasamontañas puesto hacia atrás.

Durante la sesión vespertina de la vista han testificado los guardias civiles de criminalística y balística que inspeccionaron el lugar de los hechos y que han corroborado que se efectuaron dos disparos, ya que fueron hallados en el lugar dos casquillos de bala en el suelo.

La pistola y la escopeta

También ha apuntado que la pistola usada —que fue encontrada en el barrio de Patrocinio de Talavera de la Reina junto al resto de armas— fue utilizada previamente en varios tiroteos acaecidos en el madrileños barrio de Carabanchel, y que la escopeta usada en el atraco había sido robada previamente en Miguelturra (Ciudad Real).

El juicio se retomará en la mañana de este jueves, en el que continuará practicándose la prueba pericial. Concretamente, será el turno de los forenses que todavía no han testificado en la vista.