El Ayuntamiento ha destruido los castillos de arena en la playa de El Postiguet porque sus autores se han negado varias veces a levantar sus campamentos de allí.

El concejal de Playas, Andrés Llorens, aseguró ayer a 20 minutos que ya se les había advertido de que no tolerarían la acumulación de bolsas, desechos y los colchones. Los jóvenes hicieron caso omiso, y el servicio de limpieza comenzó el jueves pasado a romper sus figuras.

Ayer por la mañana les echaron de la playa, aunque Llorens insistió en que la intención del Consistorio «es que vuelvan, pero manteniendo el decoro». En otras ciudades, como Málaga, los castillos no están permitidos. En Benidorm, pagan un canon. En Vizcaya, los dejan todo el verano, como en Lo Pagan (Murcia).

Azucena Rodríguez 54 años.

«Las esculturas no hacen daño; pero he visto a estas personas y la playa no es un sitio para vivir. Son jóvenes que van a la aventura, pero el Ayuntamiento tendría que solucionar su situación».

Carlo Vicente 22 años. «A mí me parece una tontería. La playa es un lugar público y las esculturas son una forma de ganar dinero como otra cualquiera. Mejor esto que mendigar o estar borracho por cualquier calle».

Mateo Cardón 25 años. «Estas personas no molestan para nada; pero sí es cierto que si les dejan a ellos vivir en la playa tendrán que dejar a todas las demás personas que pretendan estar en la arena: es una medida ejemplar».

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