La tecnología les permite controlar quién llama, desde dónde y cuántas veces les ha dejado un cliente en la estacada, algo que ocurre con más frecuencia de lo que desearían. «La culpa es de las prisas, en vez de esperar al taxi que han llamado, si pasa otro libre, lo cogen», dice Roberto Merino, de Radio Taxi. Es más, son conscientes de que se suele llamar a las dos plataformas para montarse en el primero de los coches que llegue, «ocurre mucho en barrios como Parquesol, por ejemplo, o en Equinoccio», aseguran.

En mayo tuvieron 227 coches en activo que realizaron 58.682 servicios, de los cuales, 1.859 fueron avisos en falso. Eso supone que, cada día, 60 personas les dejaron compuestos y sin carrera. O lo que es lo mismo, una media de ocho plantones a cada taxista, cuyo perjuicio económico asciende a casi 100 euros al mes, «entre lo que dejamos de cobrar, el gasto que tenemos y el tiempo que perdemos en volver a la parada», se quejan.

Listas negras

En otras provincias como Vigo, Murcia o Madrid están empezando a no atender a los clientes que han dado tres plantones, al menos, hasta que paguen la carrera que dejaron pendiente.

En Valladolid no lo van a hacer, aunque tienen unos 150 usuarios fichados como habituales de esta mala práctica. «Entendemos que también, a veces, el taxista llega tarde. Hay usuarios que nos dejan colgados muchas veces, pero utilizan taxis a diario, y es más entendible», reconocen.

En las paradas sólo vale la fila

Cada vez más clientes se han acostumbrado a llamar a los taxis desde sus paradas oficiales, indicadas con un cartel en el que se encuentra el número. Si un coche te coge aquí, no viene con dinero acumulado en el taxímetro, algo que sí ocurre si el usuario se sube en cualquier otro lugar. Lo malo es que pedir uno por teléfono no te da prioridad frente a los que están esperando.