"¡Qué triste para el pueblo brasileño! Mis condolencias para ese pueblo que no merece eso. Un Congreso que repite como loro lo que dicen en Washington", dijo Chávez el pasado jueves, aludiendo a un voto de censura emitido por el Senado brasileño, en el que se le pedía que revisase la medida contra RCTV, cadena de televisión de Venezuela cerrada por el líder venezolano tras 53 años emitiendo.

El presidente de Brasil , Luiz Inácio Lula da Silva, ha arremetido con contundencia contra el líder venezolano, Hugo Chávez, tras conocer sus declaraciones en las que criticaba la decisión del Senado de Brasil por la no renovación de la licencia de RCTV.

Ola de indignación

En una primera reacción, el presidente brasileño dijo a periodistas que "el presidente Chávez tiene que ocuparse de Venezuela, yo tengo que cuidar de Brasil y el presidente de Estados Unidos (George W. Bush) tiene que cuidar de Estados Unidos"; para pasar a atacar más agresivamente respondiendo al líder venezolano, asegurando que en Brasil "tenemos una práctica extremadamente democrática con la prensa, que está totalmente consolidada" y ha convocado al embajador de Venezuela en Brasil para las indispensables aclaraciones".

En los cinco años que Lula lleva en el poder, es la primera vez que un embajador extranjero es convocado por el gobierno brasileño.

Amenaza en Suramérica

Senadores del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la fuerza más influyente en la actual coalición de gobierno, usaron la tribuna parlamentaria para responder a Chávez y denunciar que ha impuesto en Venezuela un régimen "dictatorial" y "totalitario".

El pronunciamiento más duro fue del senador Valter Pereira, del PMDB, quien sostuvo que el Congreso brasileño tiene el "deber" de "censurar la conducta del presidente de Venezuela, porque constituye una amenaza para la libertad de prensa en ese país y para la paz en Suramérica y en todo este continente".