Un hombre cumplirá una pena de ocho años y medio de prisión por matar a su padre a puñaladas tras una discusión en su vivienda de Valencia en julio de 2013. El hombre ha reconocido los hechos y el jurado popular de la Audiencia de Valencia que le ha juzgado lo ha declarado culpable de homicidio.

Al acusado, de origen chino, se le ha condenado por un delito de homicidio, con las circunstancias atenuantes analógicas de drogadicción, confesión y reparación del daño causado, y las agravantes de parentesco y de abuso de superioridad.

Los hechos tuvieron lugar el 20 de julio de 2013, sobre las 3 horas, en una vivienda de la calle Filólogo Sanelo de Valencia. En ese momento, el acusado y su padre mantuvieron una violenta discusión en la cocina, mientras que sus respectivas mujeres se encontraban en otra habitación del domicilio.

En el transcurso, el acusado cogió un cuchillo de la cocina de grandes dimensiones y atacó a su padre clavándoselo en dos ocasiones en la zona abdominal. Las cuchilladas penetraron la pared estomacal y páncreas y seccionaron arterias, con lo que falleció breves instantes después.

El padre intentó defenderse de la agresión y también el acusado resultó lesionado con una única herida superficial en la pared abdominal que le afectó solo a la piel.

Al escuchar los gritos, la pareja del acusado, que estaba embarazada de 26 semanas, entró en la cocina y, al intentar mediar entre ambos, resultó involuntariamente herida en la mama. Salió a continuación y fue a la habitación donde dormía la esposa del fallecido, a quien le contó lo ocurrido.

El acusado, junto a su mujer y su madre, pidieron ayuda y, como consecuencia, se trasladaron hasta el domicilio dos unidades de asistencia médica. Los análisis realizados al fallecido detectaron una tasa de alcohol en sangre de 0,99 g/l.

El acusado fue detenido por la Policía Nacional pocos minutos después y se halla en prisión provisional por esta causa desde entonces. Ante la autoridad judicial, reconoció haber forcejeado con su padre durante la acción que produjo su muerte.

El hombre había consumido con anterioridad al incidente una cantidad no determinada de sustancias que contenían ketamina, tetrahidrocannabinos, cannabinol, metoxetamina y dehidronorketamina. Esta circunstancia pudo alterar su voluntad en la comisión de los hechos sin afectar a su capacidad de conocimiento y comprensión.