El Valedor do Pobo, José Julio Fernández, ha puesto un "seis" a las políticas sociales de la Xunta y considera que éstas deben construirse "desde las necesidades de las personas" y "no desde los gabinetes de los poderes públicos", "alejados" de las necesidades de la población.

José Julio Fernández se ha pronunciado de esta forma en una entrevista en Cadena Ser, después de que esta semana se conociese el informe de 2014 del Defensor do Pobo, que registró el mayor número de quejas de su historia.

Fernández ha achacado esta situación a la "crisis económica", que afecta a las "personas" y a los "poderes públicos". Y es que ha confesado que, desde que empezó la crisis, aumentaron las quejas tramitadas por el Valedor do Pobo, tanto en "asuntos sociales" —como dependencia, desahucios y exclusión social— como debido a la existencia de una ciudadanía "más reivindicativa".

De hecho, José Julio Fernández ha precisado que ésta se "organiza mejor", "usa la nuevas tecnologías" y "controla los poderes públicos".

Sobre la procedencia de las quejas registradas, Fernández ha indicado que "el mayor número" se refiere a los "temas sociales" y, después, a "educación" y "sanidad". "Tiene que ser así, donde la administración es más grande concentra un mayor número de quejas", ha agregado.

De igual modo, ha defendido que las ayudas sociales de emergencia sean gestionadas "en último término" por los ayuntamientos, "que son los que están cerca de las necesidades". "¿Por qué es tan efectiva Cáritas?", se ha preguntado, a lo que ha respondido que es "porque, en cada parroquia, tiene contacto directo con las necesidades".

Mala administración

El Valedor do Pobo también ha subrayado que esta institución es un "buen instrumento" para "descubrir" situaciones de "mala administración", pero "no para perseguirlas", pues son un "tema judicial".

Así, desde el Valedor do Pobo "mandan al fiscal" los casos de mala administración que descubren, que pueden "derivar" en una "situación de corrupción".

Fernández también ha admitido que la crisis afecta al Estado del Bienestar porque "hay más personas necesitadas de cobertura pública". Por ello, ha reclamado la necesidad de "sofisticar" el estado social y "adaptarlo a las nuevas circunstancias" que se conocen y que "antes no existían o no se estudiaban".

Un ejemplo, según ha concretado, sería la "pobreza energética". "Hay que construir, como se está haciendo, bonos o tickets energéticos", ha zanjado.

RISGA

El Valedor do Pobo ha asegurado que sus diferencias con la Xunta en la tramitación de la RISGA son "técnicas", un asunto de "interpretación jurídica". Y es que la oficina del Valedor do Pobo entiende que, "si pasan dos o tres meses sin respuesta", le renta se concede por "silencio administrativo".

En cambio, ha precisado que la Consellería de Traballo e Benestar considera que "hay que esperar más tiempo", hasta la "resolución". A este respecto, ha remarcado que esta discrepancia técnica tiene una "consecuencia práctica": que la persona que solicitó la RISGA tarda "más" en acceder a la renta.

Con todo, José Julio Fernández ha admitido que el presupuesto de la RISGA se incrementó.

URGENCIAS

Sobre las urgencias, ha confesado que "sí se hicieron mejoras en los centros", tanto "estructurales" como "físicas", pero ha matizado que "queda camino por recorrer" para "cubrir los picos asistenciales".

Los datos "preocupantes", ha concretado, se refieren al personal. "Nos consta que no hay una cobertura por parte de médicos titulares durante las 24 horas, siete días a la semana", ha apostillado.

Asimismo, ha señalado la falta en España de una especialidad de "urgencia hospitalaria", que "podría sofisticar el trabajo de las urgencias" con "verdaderos especialistas".

"hacer más con menos"

De igual modo, el Valedor do Pobo ha apostado por el principio de "hacer más con menos", ya que las nuevas tecnologías, en su opinión, "permiten hacer más gestión pública con menos recursos". "Lo que importa no es el presupuesto, sino la calidad del servicio", ha resuelto.

En esta misma línea, considera que los servicios sociales no pueden ser ilimitados. "No puede pagar los libros de texto a los hijos de millonarios o dar becas a quienes no tienen necesidad". "Si lo hace, gasta unos recursos que no llegan a los desfavorecidos", ha zanjado.