Más de cuatro años después de que tuviera lugar la catástrofe del Prestige se empiezan a conocer los resultados de diversos estudios cientríficos sobre las consecuencias del desastre.

El fue vertido sobre la costa atlántica ha dejado secuelas físicas en los marineros y mariscadores que se echaron a la mar para evitar que el daño fuera mayor.

Así lo recoge hoy el diario El País , basándose en un estudio realizado por un equipo científico multidisciplinar que se publicará dentro de poco en una revista de temática científica, American Journal Respiratory and Critical Care Medicine.

Tos crónica, muchas dificultades para respirar por la noche y una continua obstrucción nasal son algunas de las huellas que el Prestige ha dejado en ellos.

Estos síntomas también existen en los miles de voluntarios que se desplazaron hasta el lugar de la catástrofe.

Aquellos que se protegieron con una mascarilla presentan unos efectos secundarios más leves, pero tampoco se han librado de ellos.

El equipo de científicos, entre los que se encuentran neumólogos, epidemiólogos, toxicólogos y expertos en genética de distintos hospitales de A Coruña, Madrid o Barcelona, han realizado un estudio entre 6.869 marineros de 44 cofradías gallegas entre enero de 2004 y febrero de 2005.

El estudio consiste en un cuestionario sobre la salud pulmonar de los marineros.

La principal conclusión es que dos años después del Prestige seguían los daños producidos por la limpieza del fuel.

Los científicos recomiendan que la próxima vez que haya que enfrentarse a una tragedia natural de este tipo se extremen las precauciones para evitar efectos respiratorios.

El jefe del Servicio de Neumología del hospital Juan Canalejo de A Coruña, ha sido el responsable del equipo investigador.

Ayer se reunieron con los marineros que han participado en el estudio para explicarles cuáles han sido los resultados.

Ninguno de los científicos se atreve a asegurar  que los problemas respiratorios lleguen a desaparecer totalmente con el paso del tiempo.