El pintor Antonio López ha participado en el Museo Universidad de Navarra en un coloquio junto a Juan José Aquerreta sobre 'El cuadro como encargo o trabajo voluntario', un encuentro en el que ha afirmado que "el arte nace en el corazón del hombre, cambiará la forma o el modo, pero nunca podrá desaparecer".

En el acto, moderado por Jaume Aurell, historiador y director del Instituto de Empresa y Humanismo, han participado más de 600 personas entre alumnos, profesores, personal del centro académico y ciudadanos de Pamplona, según ha informado la Universidad de Navarra en una nota.

Respecto a las obras encargadas, Antonio López ha destacado que casi han desaparecido: "El gran argumento del arte de nuestra época es llegar al fondo de ti mismo de una manera libre, sin ninguna interferencia", ha expuesto el artista, que ha recordado que a lo largo de su vida sólo ha realizado cinco o seis encargos.

Asimismo, López ha destacado que todo el arte que admiramos en Occidente ha surgido del encargo hasta el siglo XIX. Eran obras que estaban en sitios públicos: templos, edificios o en la calle. "Había una sensación de que el arte estaba hecho para todos. Por eso, los encargos me ha parecido un privilegio extraordinario. Las esculturas para la calle, como se hacía antiguamente, sólo se pueden hacer cuando son un encargo", ha añadido.

Preguntados por la importancia de conocer en profundidad a la persona retratada, Antonio López ha hecho referencia al retrato del Papa Inocencio realizado por Velázquez: "Cuando le pintó no lo había tratado nunca y, sin embargo, hizo una lectura de su interior verdaderamente impresionante".

En su reflexión sobre el retrato, el artista ha dicho que "después de Goya, los mejores retratos que se han hecho en Occidente corresponden al siglo XX, pero son siempre casos excepcionales". Juan José Aquerreta ha apostillado esta afirmación destacando que el retrato ha perdido interés porque en nuestra sociedad importan más las relaciones de poder que las del ser.

Sobre la relación del artista con el público para el que pinta, han recalcado la idea de que "el vínculo del arte con la sociedad no puede desaparecer nunca". Además, Juan José Aquerreta ha explicado que "la aspiración de servir a alguien y para algo es relativamente moderna y supone un peso muy grande para el artista: hay que ser normal y original al mismo tiempo". Por su parte, Antonio López ha señalado que "se trata de que la gente necesite al artista como necesita al médico".

El coloquio se enmarca dentro de la IX edición del taller de pintura Maestros de la figuración, que Antonio López y Juan José Aquerreta imparten, del 9 al 13 de marzo, en la Universidad de Navarra a una treintena de alumnos.

Ha sido presentado por el director de la Escuela de Arquitectura José Ángel Medina, quien ha agradecido a los artistas su paso por la Escuela durante los ocho años anteriores: "Su trabajo nos ha servido para conocer los entresijos de la Arquitectura y a proyectar sobre ella otra mirada necesaria para el desarrollo de nuestra labor". Asimismo, les ha invitado a las celebraciones de los 50 años de historia de la Escuela, que tendrán lugar el 25 de abril.