Tras el completo escrutinio en las últimas elecciones autonómicas y municipales, los partidos de extrema derecha confirman su apoyo residual y su prácticamente nula relevancia en las instituciones.

Mientras que en países de la UE como Bélgica la presencia de estos partidos llega a veces a superar el 10% de los sufragios y decenas de representantes, en España apenas han obtenido un puñado de concejales en municipios pequeños.

Así, Democracia Nacional ha obtenido tres concejales, uno en Tardajos (Burgos) y otros dos en Herradón de Pinares (Ávila), donde en total han logrado el apoyo de 195 personas. Son los únicos con concejales.

En las grandes capitales han logrado muchos más apoyos en números absolutos, aunque su importancia se ha visto reducida a la insignificancia por el porcentaje de votos obtenido.

En el ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, Alternativa Española, uno de los partidos autodenominados "patriotas", se convierte en la quinta fuerza política con 6.140 votos, un 0,39% del total, muy lejos de obtener representación.

Los demás partidos de ultraderecha a duras penas llegan a los 2.000 votos.

En Barcelona, por contra, partidos como Falange o Alternativa Española ni siquiera computan y en el resto de España cuentan con muy pocos votos, casi siempre por detrás de Los Verdes y otras formaciones políticas.

Más presencia en Europa

En el resto de países de la UE la extrema derecha cuenta con más apoyos.

Por ejemplo, el Partido Nacional Democrático Alemán tiene una representación de casi el 10% en parlamentos regionales, muy similar a sus homólogos británicos, y el partido ultraderechista flamenco ha logrado importantes cotas de representación en cámaras provinciales, llegando a ser la primera fuerza política en varias ciudades.

Otros ejemplos llegan del este de Europa, cuyos partidos de ultraderecha han ayudado a formar un grupo propio en el Parlamento Europeo.

En el norte del continente, los 'patriotas' han triplicado sus representantes en las elecciones locales celebradas el año pasado.