Un desprendimiento de rocas en la carretera de acceso al municipio de Baiasca mantiene incomunicado desde el lunes a este pueblo del Pirineo de Lleida, en el que viven 14 personas —entre ellas cuatro niños de entre dos y cinco años—.

El Ayuntamiento de Llavorsí, del que depende la población, está valorando si traslada a los vecinos a Llavorsí, según ha explicado el alcalde y una de las personas aisladas, Jordi Fillet, que ha lamentado el mal estado de la carretera, en la que se producen bastantes desprendimientos, el último hace quince días.

"Si quieren que nos vayamos del pueblo que nos lo digan. No nos hacen caso, lo que ha ocurrido podría haberse evitado", ha afirmado Fillet.