La Policía Nacional de Burgos detuvo a un varón de 43 años, J.C.S.P, por tratar de introducir droga en el Centro Penitenciario burgalés, al que se reincorporoba tras haber disfrutado de un permiso, según informan fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Desde el centro penitenciario se requirió el servicio policial para hacerse cargo de un interno que regresaba de un permiso, y se iba a incorporar al centro, porque se tenían fundadas sospechas de que portaba estupefacientes en su organismo para introducirlas en la cárcel.

El detenido fue explorado radiológicamente en un centro hospitalario y se comprobó que llevaba en su interior, dentro de dos preservativos, un trozo de hachís, con un peso de 6 gramos, así como treinta comprimidos de una sustancia psicotrópica.