La familia gijonesa de la calle La Mancha desahuciada por error ha ratificado este miércoles en el Juzgado su denuncia por lo que consideran un allanamiento de morada y acoso a su intimidad, y por el que piden ser resarcidos por daños y perjuicios. Así lo ha confirmado a Europa Press el marido del matrimonio, Jaime Fernández.

Fernández cree que el fallo pude deberse a que en el portal hay una doble numeración, al haberse cambiado hacía un año en toda la zona denominada las 'Mil quinientas', aunque ha recalcado que en su buzón nunca llegó ninguna notificación a nombre de otra persona de ningún banco.

Asimismo, ha dicho haber vivido ese episodio de su vida con "total impotencia", y más porque aún tardaron seis horas en poder entrar en su casa y ni siquiera saben qué banco ejecutó el embargo ni de quién fue el error. "Me gustaría enterarme quién es el culpable y que tuviera por lo menos una sanción", ha señalado, tras añadir que el caso ya está en manos de su abogada.

"Me puse en la piel de quien les pasa esto", ha comentado sobre los desahucios, al tiempo que ha explicado que fue una vecina quien les puse en alerta sobre el tema. La vecina, al ver a la Policía y que había gente en la vivienda del matrimonio afectado, que tiene una niña de 19 meses y un niño de nueve años, preguntó si habían entrado a robar, a lo que le dijeron que se trataba de un desahucio.

Esta localizó a través del Facebook la peluquería de la mujer y la llamó para avisarla. Según Fernández, los ejecutores del desahucio llegarían sobre las 11.00 horas y ellos una hora más tarde, pero ya no había nadie. Eso sí, la cerradura estaba cambiada y no podían entrar.

Fernández llamó entonces a la Policía Local y también a su banco, por si hubiera habido alguna confusión. No obstante, su entidad bancaria les confirmó que no habían sido ellos y que todo estaba "al día". Este ha destacado que son gente humilde pero que afortunadamente van pagando los recibos.

"Dejaron a una familia con dos niños más de seis horas sin entrar en casa", ha enfatizado, para después relatar que su suegro tuvo que quedarse con la pequeña de la familia e ir a comprar pañales y cosas de bebé porque todo estaba dentro de la casa.

Y es que aunque el cerrajero llegó pronto y reconociendo ya que había un error, tuvieron que esperar seis horas a que llegara el procurador para que autorizara a este a entregar el nuevo juego de llaves. "Hoy me río un poco, ayer no me reía", ha reconocido Fernández, quien ha reiterado su deseo que obtener respuestas y ha recordado que entraron en su casa e hicieron incluso un inventario de sus bienes.

Sobre este caso, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad del Ayuntamiento de Gijón, Rafael Felgueroso (Foro), ha recalcado que el papel de la Policía Local en estos casos es el de auxiliador de la Justicia. Asimismo, ha constado que en el informe policial figura la existencia de una doble numeración en el portal.