Un texto de Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell, y un fragmento de La Joventut catalana al segle XXI, sobre el uso de Internet en la vida cotidiana, han protagonizado este martes la prueba de competencia lingüística en lengua catalana, de la que se han examinado 66.520 alumnos de 1.044 centros educativos. Un total de 71 alumnos también se han examinado de aranés.

Los estudiantes se han enfrentado a preguntas derivadas de los dos textos, especialmente de comprensión lectora, y también han tenido que hacer una redacción de un mínimo de 125 palabras en la que han descrito un día sin Internet: "Qué hace la gente en clase, dónde encuentra información, a qué juega, como se comunica, etc.", sugiere la pregunta.

En la jornada de este martes también se han examinado de la competencia matemática, en una prueba en la que ha aparecido un gráfico sobre la evolución de la temperatura y la lluvia durante un día, y varios problemas del ámbito de la geometría: el volumen de una caja, figuras geométricas formadas con palillos, entre otras. Por ejemplo, una actividad ha consistido en calcular el coste por metro cuadrado de embaldosar el suelo de una sala del centro escolar con forma rectangular.

Un fragmento sobre la llegada de Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza a Barcelona, un reportaje periodístico sobre los pesticidas y las abejas y un texto del The Sunday Times han protagonizado las pruebas de evaluación de competencias básicas en castellano e inglés que han tenido lugar este miércoles. Un total de 64.413 alumnos se han examinado de inglés y solo 574, de francés.

En el examen de castellano, el texto adaptado de Miguel de Cervantes ha servido para llevar a cabo pruebas de comprensión lectora, vocabulario y puntuación. El segundo texto propuesto en el examen era una noticia del redactor científico Josep Corbella acerca de las hipótesis que apuntan a los pesticidas como culpables de la muerte masiva de las abejas.

Una carta sobre unas vacaciones en Londres y un texto adaptado del diario The Sunday Times han centrado las pruebas de comprensión lectora y ortografía de inglés, en que los alumnos han escuchado un audio sobre un check in en el aeropuerto. En el apartado de expresión escrita de la prueba inglesa, los alumnos han podido escribir sobre la experiencia mantenida en las mejores vacaciones de su vida.

Estos exámenes están diseñados por el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, en colaboración con la Inspección educativa; y este año han organizado 60 comisiones que realizarán la gestión y la corrección: 2.353 profesores harán de aplicadores y, de éstos, 993 se encargarán de las correcciones y de velar por el correcto funcionamiento del proceso.

Estas pruebas no marcan la superación o no de la ESO, sino que sirven para tener en cuenta a la hora de evaluar si el alumno ha alcanzado las competencias y los objetivos de la etapa, por lo que forman parte del conjunto de informaciones y pruebas que el profesorado de cada centro dispone a la hora de valorar el informe académico de su alumnado.

El Sindicat d'Estudiants dels Països Catalnas (SEPC) ha llamado al boicot de las pruebas como medida de protesta contra los recortes y las leyes educativas, pero este año la Conselleria de Enseñanza ha decidido que estos exámenes sean "obligatorios" por primera vez por lo que la protesta ha sido mínima: sólo el 0,11% del total de 66.520 alumnos. El curso pasado fueron unos 200 estudiantes.

Un total de 42 alumnos han dejado en blanco las pruebas de competencias básicas y 37 no se han presentado al examen como medida de protesta, han informado a fuentes de la Conselleria de Enseñanza, que han apuntado que estos 37 estudiantes deberán hacer las pruebas y quienes hayan dejado en blanco las respuestas, repetirlas.

El sindicato ya esperaban un seguimiento menor que en el curso pasado por la advertencia lanzada este lunes por Enseñanza de la obligatoriedad del examen: "Ha habido más presión sobre los alumnos, que se han sentido más coaccionados a hacer las competencias", ha apuntado.